La cultura beneficia seriamente la salud
Su sueño es integrar el ámbito de la cultura y la salud, promoviendo un nuevo sector de actividad donde las artes sean agentes en la mejora de la salud de las personas, y la sanidad sea un campo de desarrollo profesional para los artistas. Por MARTA ARTEAGA
Fotografía FUNDACIÓN CULTURA EN VENA
En la Fundación Cultura en Vena trabajan para mejorar la vida de las personas inyectan- do cultura allí donde no suele llegar. Acercan el arte y la música en directo a los entornos sanitarios y a regiones en riesgo de despoblación.
El arte como prescripción. Esta Fundación tiene la convicción de que la cultura también cura. Trabajan para contribuir a construir el hospital del mañana: uno de sus objetivos es mejorar la estancia de pacientes, familia- res y personal sanitario a través del arte y la
música en directo. Y despertar la vocación de servicio en los artistas. Además, promueven la investigación clínica de los efectos de las prácticas artísticas en la salud y el bienestar de las personas.
Llevan años demostrándolo científicamente: por eso se alinean con las últimas directrices de la Organización Mundial de la Salud, publi- cadas en noviembre de 2019 por su Health Evi- dence Network (What is the evidence on the role of the arts in improving health and well-being?). Esta publicación insta a los gobiernos euro- peos a implementar; prácticas artísticas en sus políticas de salud y bienestar: no solo en pro- moción y prevención, también en tratamiento de la enfermedad. Y lo hace apoyada en más de 900 publicaciones científicas que hacen referencia a más de 3 000 estudios adicionales.
En la actualidad, Cultura en Vena cristaliza sus objetivos en tres programas permanentes con vocación de escalado nacional e interna- cional. Representan acciones encaminadas a
realizar un cambio sistémi
co en el ámbito de la salud y la cultura en beneficio de las per- sonas: Arte Ambulatorio, el Proyecto MIR (Músicos Internos Residentes) y el concurso Cultura de Urgencias.
‘Existe más público en los hospitales que en los museos; tenemos una oportunidad de colonizar culturalmente el espacio hospitalario y así es como intervenimos en sus vestíbulos, salas de espera y habitaciones. Ofrecemos y presentamos los contenidos: empezamos con Goya y la idea es que no pare, que cada hospital tenga siempre cultura en esos espacios’.
Así lo explica Juan Alberto García de Cubas, creador de la Fundación Cultura en Vena, que amplifica la semilla de Música en Vena, de la que es cofundado
r y antiguo director general. Arquitecto con más de 20 años de experiencia en museografía, comisariado musical, y con una etapa como artista plástico que le llevó a ganar el Gran Premio de la Bienal de Alejan- dría, posee una visión integral de la cultura y una sensibilidad para ver la capacidad de las artes de aportar un cambio sistémico.
‘Cultura en Vena hace de catéter entre el sector cultural y el ámbito de los hospitales y las comu- nidades rurales. Trabajamos con artes plásticas, música, literatura y cómic. Nuestro reto está en acercar estos contenidos para que sean accesibles, útiles, capaces de mejorar la vida de las personas y generar una red estable de actividad cultural’.
Por el momento, el progra
ma Arte Ambula- torio ha desarrollado la exposición itinerante ‘¿Goya en un hospital?’, que cuenta con re- producciones de obras del Museo del Prado cedidas para la ocasión. Otra próxima ex- posición está integrada por obras cedidas a la fundación por grandes artistas como Soledad Lorenzo, Emmet Gowin, José Ma- nuel Ballester, Nicolas Nixon, Eduardo Scala, Fazal Sheikh y el propio García de Cubas, que formarán parte de una intervención en el Hospital Severo Ochoa en las áreas de Rehabilitación y Obstetricia, con textos de la mediadora cultural Ana Folguera. Cuando la COVID-19 lo permita, este Arte Ambu- latorio llegará al Hospital Miguel Servet de Zaragoza y al Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda, entre otros.
‘ El cambio de época que estamos viviendo afecta a la sanidad, al medio ambiente, a las
desigualdades sociales, al trato de las perso- nas mayores, a las libertades individuales, a nuestra relación con la tecnología… Pero la crisis sanitaria de la COVID-19 también está replanteando las futuras maneras de vivir la cultura, así como su propósito. Los museos, las grandes instituciones y los agentes produc- tores de cultura del siglo XXI deben tener en cuenta la función terapéutica de sus activida- des. Además de su papel como conservadores y divulgadores, ahora además tienen la res- ponsabilidad social de relacionar su patrimonio con la salud de los ciudadanos’, expresa García de Cubas.
El pasado 8 de agosto tuvo lugar el bautismo de la exposición ‘¿Goya en un hospital?’ en Fuendetodos, localidad natal de Francisco de Goya. Este p
ueblecito de 140 habitantes fue testigo de la muestra de reproduccio- nes del Museo del Prado, antes de itinerar por difere
ntes hospitales, y del concierto Beethoven y Goya: Influencers, que la pianista Marta Espinós ofreció delante de la casa del pintor, revelando los paralelismos vitales y estéticos que ambos creadores y visionarios compartían.
Y eso no es todo: con el objetivo de estimular la creación artística que reivindique el papel social y transformador de la cultura en el ám- bito de la salud y el bienestar -sin olvidar la situación crítica que atraviesan los creadores por la crisis sanitaria- la Fundación Cultura en Vena ha puesto en marcha el concurso Cultura de Urgencias, patrocinado por la Em- bajada de Alemania y con la colaboración del
Círculo de Bellas Artes de Madrid. Cultura de Urgencias es una convocatoria online para jóvenes creadores europeos de las artes visuales y la literatura, cuenta con 8 000 eu- ros en premios, y el regalo que supone, para ganadores y seleccionados, exponer sus obras en hospitales. •
www.culturaenvena.org/cultura-de-urgencias/