Acción social de la ONAT dentro de su campaña global “Feel Good” que promueve el turismo sostenible en Alemania, sorteará dos viajes sostenibles a Alemania entre los donantes que hagan hasta el 30 de diciembre de 2021 una aportación a la “Operación Kilo” del Banco de Alimentos de Madrid (BAM).
“La Operación Kilo” es una de las vías que permiten al BAM obtener alimentos no perecederos, fomentar la solidaridad y concienciar a la sociedad sobre el problema del hambre que existe en nuestro entorno. Los Bancos de Alimentos, a través de La Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL) han sido galardonados con el Premio extraordinario alimentos de España 2019, concedido por el Ministerio de agricultura, pesca y alimentación, por su extraordinaria labor social, especialmente durante el estado de alarma provocado por el
Coronavirus. Es un gran impulso para seguir trabajando a favor de los más necesitados
en esta crisis alimentaría que aún padecemos.
La sostenibilidad tiene un fuerte componente social, que ponemos en valor en esta acción, como parte de la campaña global de la ONAT “Feel Good”, que promueve el turismo sostenible en Alemania. Con esta iniciativa queremos impulsar el consenso multilateral cuyo objetivo prioritario es la consecución de los ODS de Naciones Unidas, caminar conjuntamente hacia una sociedad más igualitaria”, afirma Ulrike Bohnet, Directora de la ONAT para España y Portugal.
La acción estará activa en la siguiente web hasta el próximo 30 de diciembre de 2021:
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Sobre la ONAT
La Oficina Nacional Alemana de Turismo (ONAT), en alemán Deutsche Zentrale für Tourismus
e.V. (abreviado DZT), es el "Tourist Board" nacional de Alemania. Asume la representación de Alemania como destino turístico por encargo del Ministerio Federal de Economía y Energía quele brinda su patrocinio conforme a una resolución del Parlamento Alemán. La ONAT coopera con socios del sector turístico alemán, asociaciones y empresas comerciales con los que desarrolla estrategias y campañas de marketing para seguir difundiendo en el extranjero la imagen positiva de los destinos alemanes y fomentar el turismo hacia Alemania.
La ONAT afronta los desafíos derivados de la pandemia de coronavirus con una estrategia de
recuperación compuesta por tres elementos:
– Aumento del reconocimiento de marca afinando y destacando el perfil de la marca Alemania
como destino turístico.
– Gestión de relaciones y transferencia de know-how para apoyar a la economía turística de
volumen mediano.
– Investigación de mercado selectiva y análisis del impacto del coronavirus como fundamento
para una forma de actuar basada en la evidencia.
Durante el confinamiento la ONAT ha mantenido el diálogo con los clientes empleando marketing anticíclico, ha incorporado las nuevas preferencias de los viajeros en la comunicación y de esta forma ha transmitido empatía e inspiración.
Temas clave: digitalización y sostenibilidad
La ONAT fomenta un turismo sostenible orientado al futuro en armonía con los objetivos
previstos por el gobierno federal. Los temas de la digitalización y la sostenibilidad están en el punto de mira. La ONAT es pionera en la implementación de tecnologías inmersivas (realidad
virtual, aumentada y mixta) y en el empleo de interfaces de conversación (p. ej. asistentes de
voz) y aplicaciones de inteligencia artificial (IA), por ejemplo, en los chatbots. Para garantizar la
visibilidad de las ofertas turísticas en plataformas de comercialización asistidas por inteligencia
artificial la ONAT coordina el proyecto conjunto Open Data del sector turístico alemán para el
desarrollo de un Knowledge Graph. El tema de la sostenibilidad es un tema transversal central
desde hace más de una década que se trabaja en todos los ámbitos de la empresa de forma
estratégica a través de todos los departamentos. En este contexto la organización sigue una
estrategia sustentada en tres pilares básicos que acopla la transferencia de conocimiento
externa, acompañada de un enfoque específico del proceso de comunicación, con una iniciativa de sostenibilidad interna. La ONAT aborda el tema de futuro de un turismo consciente de sus responsabilidades posicionando a Alemania en el marco de la competencia internacional como destino turístico con ofertas sostenibles e inclusivas. Con la irrupción de la pandemia de coronavirus los valores han evolucionado hacia una mayor responsabilidad ecosocial en el comportamiento del turismo internacional.
La ONAT cuenta con delegaciones en 27 países que operan en más de 40 mercados de todo el
mundo. En la central de la ONAT en Fráncfort del Meno tienen su sede, entre otros, los sectores estratégicos de inteligencia de negocios, comunicación de la marca Alemania como destino turístico y desarrollo de negocio.
La pérdida de hielo en Groenlandia durante el siglo XXI será mayor que en cualquier otro momento de los últimos 12 000 años, según nuevas simulaciones. De seguir con la tendencia actual de emisiones de CO2, la disminución de masa en 2100 será cuatro veces mayor que en los últimos milenios, lo que revertirá 4.000 años de formación de hielo. Por ADELINE MARCOS / SINC
Cada vez más evidencias apuntan a que las emisiones actuales de dióxido de carbono re- percuten directamente en la disminución de la capa de hielo de los polos, lo que contribuye al aumento del nivel del mar. En Groenlandia, en concreto en la región suroeste, el deshielo se intensificará hasta finales de siglo. Así lo re- vela un estudio, publicado en octubre en Nature, que predice que el declive de la masa de la capa de hielo de esa región de la isla danesa será mayor antes de 2100 que en cualquier otro momento de los últimos 12 000 años.
‘Si la sociedad mundial no hace una dieta energética, es decir, no deja de emitir carbono a la atmósfera como lo hacemos en la actualidad, se fundirá una gran cantidad de la capa de hielo a un ritmo muy rápido. Esto superaría con creces cualquier evento que la capa de hielo haya experimentado en los últimos 12 000 años’, revela a Sinc Jason Briner, investigador en el departamento de Geología en la Universidad de Buffalo en EE. UU.
El equipo multidisciplinar de científicos, formado por modeladores climáticos, científicos de testigos de hielo, expertos en teledetección e investigadores del paleoclima, simularon diferentes escenarios de cambio climático para llegar a estas conclusiones. Gracias a sus análisis de campo y a la elaboración de modelos computacionales, pudieron reconstruir el pasado desde el inicio de nuestro periodo geológico actual, el Holoceno. De esta forma es posible comprender el presente y proyectar el futuro de la capa de hielo de Groenlandia hasta el final de este siglo.
Los investigadores han obtenido así líneas temporales de cambio de temperatura, que muestran la influencia de los gases de efecto invernadero en la Tierra a lo largo del tiempo. ‘Y ahora, por primera vez, tenemos una línea de tiempo larga de los impactos de esas temperaturas en forma de derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia, desde el pasado hasta el presente y el futuro. Lo que muestra es revelador’, subraya Briner. •
Además de muerte y devastación, las crisis sanitarias dejan huellas culturales. Muchas de las miles de pandemias que han ocurrido a lo largo de la historia humana derrumbaron imperios y barrieron sistemas económicos, pero también trajeron grandes avances científicos y tecnológicos, e instalaron hábitos y prácticas cuyos orígenes hemos olvidado. Por FEDERICO KUKSO / SINC
La pandemia de la Covid-19 no es la primera del siglo XXI y, seguramente, no será la última. De hecho, se trata de la segunda. En 2009, la pandemia de influenza H1N1, o gripe porcina, dejó a su paso 284 000 muertes. La respuesta a aquella crisis sanitaria, por muchos ya olvidada, fue bastante distinta a la actual. Tras la gripe aviar y el ébola, ‘la mayor parte de los países europeos ya habían almacenado mascarillas. Y tenían listos planes de emergencia para re- cibir pacientes en hospitales’, según señalaba Sylvie Briand, Directora del Departamento de Enfermedades Epidémicas y Pandémicas de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La manera en que los gobiernos manejaron la crisis sanitaria de 2009, sin embargo, tuvo efectos negativos a largo plazo. Al no colapsar sus economías, muchos países pensaron que las pandemias en el siglo XXI no eran tan terribles como las del pasado y no actualizaron sus planes ni reabastecieron su reserva de mascarillas. Entonces, en febrero de 2020, golpeó el coronavirus y tomó al mundo por sorpresa.
Para bien o para mal, las pandemias dejan cicatrices, legados duraderos. Lo recuerda el historiador Frank Snowden en su libro Epi- demics and Society: From the Black Death to the Present: ‘Son tan importantes para comprender el desarrollo social como las crisis económicas, las guerras, las revoluciones y los cambios demográficos’.
ALTERACIONES PROFUNDAS DE LA SOCIEDAD
Las transformaciones no han sido solo políticas o económicas. Además de instalar silenciosamente nuevos hábitos y prácticas, los vi- rus y las miles de epidemias que han ocurrido a lo largo de la historia humana han impulsado innovaciones científicas y médicas cuyos orígenes hemos olvidado.
Las primeras formas de salud pública institucionalizadas, es decir, las cuarentenas, se implementaron como respuestas a la peste negra. Durante uno de estos brotes, en el siglo XV, los venecianos erigieron lazarettos, o salas de aislamiento, en las islas periféricas, donde obligaron a los barcos que llegaban a atracar.
MEJORA DEL CONOCIMIENTO MÉDICO
‘Ni los médicos ni los remedios eran efectivos. Ya sea porque estas enfermedades eran desconocidas o porque los médicos no las habían estudiado previamente’, registró el cronista florentino Baldassarre Bonaiut en Cronaca fiorentina di Marchion- ne di Coppo Stefan i (1348). ‘No parecía haber cura. Había tanto miedo que nadie parecía saber qué hacer’. El fracaso de los médicos medievales para detener la propagación de la peste negra provocó cambios drásticos en la profesión: incitó la necesidad de una mejor capacitación y de una regulación más estricta.
Los efectos de las pandemias se detectan también en el cuerpo urbano: enfermedades como la fiebre amarilla en el siglo XVIII y el cólera y la viruela en el siglo XIX condujeron a la limpieza de las grandes ciudades, la eliminación regular de basura, trajeron amplios bulevares a París y mejoraron los sistemas de agua en Londres, después de que médicos como el inglés John Snow descubriera en 1855 que el cólera no se transmitía a través del aire como se pensaba sino del agua contaminada.
LAVADO DE MANOS Y NUEVOS INSTRUMENTOS MÉDICOS
Las epidemias cambian la forma en que pensamos acerca de la enfermedad, así como re- configuran hábitos instalados. Por ejemplo, durante y después del brote de fiebre amarilla en Filadelfia en agosto de 1793, las personas cambiaron la forma de saludarse. La gente desconocía que los mosquitos transmiten la enfermedad y por prudencia mantuvieran distancia de conocidos y desconocidos. ‘La vieja costumbre de dar la mano cayó en un desuso tan general que muchos se ofendían incluso con la oferta de la mano’, señaló por entonces el editor Mathew Carey, autor de Un breve relato de la fiebre maligna.
En 1840, los médicos pasaban de diseccionar cadáveres en la morgue a ayudar a dar a luz a un bebé en la sala de maternidad sin higienizarse o cambiarse la ropa. En una época en la que los gérmenes aún no se habían descubierto y se creía que la enfermedad era causada por miasmas u olores pútridos, el obstetra Ignaz Semmelweis planteó en el Hospital General de Viena la hipótesis de que las partículas cadavéricas eran las causantes de tantas muertes durante el parto.
ANTIBIÓTICOS, VACUNAS Y UCIS
Las muertes masivas no son el único producto de las pandemias. Los hallazgos más importantes en la historia de la medicina están íntimamente conectados con ellas. La primera vacuna exitosa –la de la viruela– fue desarrollada por el médico rural inglés Edward Jenner en 1796, en medio de los continuos brotes y apariciones de esta enfermedad también conocida por entonces como el ‘monstruo moteado’, que afectaba a todos los niveles de la sociedad.
CAMBIOS SOCIALES, CULTURALES Y EN LA INVESTIGACIÓN
Las enfermedades necesariamente reflejan y dejan al descubierto cada aspecto de la cultu- ra en la que ocurren’, comenta el historiador Charles Rosenberg. Sucede con la Covid-19 y también con la pandemia del VIH. Declarada como tal en 1981, en las próximas décadas reestructuró actitudes culturales y compor- tamientos sociales, así como prácticas de investigación.
Esta enfermedad infecciosa, además, forjó nuevas formas de activismo, que aceleró procesos regulatorios de tratamientos antirretrovirales. El VIH estimuló aumentos sustanciales en la financiación de fuentes como el Banco Mundial, así como el establecimiento del Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Ma- laria de las Naciones Unidas. Y, en especial, propulsó nuevas alianzas público-privadas que se han convertido en un modelo para la financiación de la investigación científica actual.
Con seguridad, la pandemia de la covid-19 dejará lecciones, innovaciones, descubrimientos. ¿Nacerá una nueva ciencia, más rápida, más abierta y más alineada con las necesidades públicas? ¿El acceso abierto a la investigación y los datos creará una ciencia más equitativa y efectiva? Los historiado- res de la ciencia nos lo dirán en las próximas décadas. •
ARANTZA DE CASTRO
Periodista y escritora. Autora del poemario ‘No sé qué hieres’ (Amazon, 2020)
Yo ya era de Madrid antes de poner un pie en ella. Es un sentimiento que notas y emana de dentro de ti con un caudal irrefrenable. Desde mi hogar –en Valladolid-, yo pensaba en la Gran Vía, los teatros, los restaurantes, la Cibeles, El Retiro, el Prado y la inmensidad del Paseo de la Castellana con esa emoción incalculable que te provoca el sentir amor hacia lo prohibido. Madrid era parte de mí antes de conocerla, incluso antes de saber que se convertiría en mis días. Y es que, en este 2020, hace ya diez largos años que llegué a la gran ciudad para quedarme. Y no exagero si digo que fue todo un sueño hecho realidad, aunque ahora lo vea con distancia y perspectiva. Me gusta no olvidar lo que sentía por ella como si fuera un amor inalcanzable. De eso tratan las relaciones.
Fue en 2010 cuando cogí mi maleta y algunos recuerdos y me planté en una ciudad que, ilusa de mí, desconocía por completo. Y aún sigo desconociéndola. Sin embargo, Madrid te atrapa, te quiere, te acoge con el calor de una hoguera en pleno invierno. Madrid te permite ser uno más, sin serlo. Pasear por el Rastro en domingo, visitar Las Vistillas en San Isidro, acercarte en Navidad a la Plaza Mayor o perderte por los pasillos del Museo Thyssen son placeres incalculables que no quieres dejar atrás. Nunca. Cómo no quererla con todo lo que te regala.
He de ser sincera. No todo ha sido un camino de rosas. Madrid es una ciudad difícil. Cuando llegas crees que te comerás el mundo y no es cierto. Esta ciudad cuenta con millones de personas, de dentro y de fuera, que buscan su camino. Y tú eres uno más en este océano de peces hambrientos de ilusiones. Hay que saber adaptarse a ella y sus gentes sin desfallecer por el camino. Y también por eso la quiero.
Pero lo cierto es que, por mucho que te sature y necesites alejarla de ti durante un tiempo, siempre que no estás la echas de menos. Madrid es una ciudad que se añora y que se queda en lo más profundo de ti. Cuan- do estás a kilómetros de distancia no puedes dejar de pensar en ella. Y en volver. Porque da igual lo dura que sea contigo, siempre quieres regresar. Por eso, me gusta decir que soy de Madrid. Y espero que ella me lo permita. No soy la única que piensa así. Ya lo dice el autor palestino Marwan en su canción ‘Puede ser que la conozcas’: ‘En ocasiones necesito serle infiel / Irme unos días, darme un tiempo de descanso / Pero al estar con otras algo empieza a arder / Y en poco tiempo voy de vuelta hacia sus brazos’.
Por este motivo, como madrileña, siento un dolor incalculable de ver cómo nuestras instituciones y administraciones la maltratan, hacen de ella el patio de su recreo y proyectan al mundo una imagen que no es cierta. ‘Los madrileños’ como término despectivo es el resultado de decisiones que a nosotros se nos van de las manos. Y que, seguramente, ninguno queremos. Madrid hay que amarla y eso significa quererla y cuidarla sin hacerle daño. Porque no se lo merece.
Se escapa de mi mente el pensamiento de si aquellos que tanto dicen defenderla la aman tanto como yo. Porque querer de verdad es no hacer daño. Madrid es una ciudad que sufre y que se ha colocado este último año –sin quererlo- en el foco de la pandemia. Y aun así los madrileños han estado a la altura de las circunstancias, como quien está cuando venera un amor. Por eso somos nosotros lo que debemos pedir respeto por ella, que tanto nos da y aporta cada día. No podemos dejar que destruyan su esencia. Ni que otros la vean con una mala mirada que no le pertenece.
Lucharé por ti, Madrid. Por todo lo que me has dado en una década. Y por lo que me seguirás dando. Por todas las vivencias memorables asentada en barrios castizos y horas de Metro. Por todos los vermús de media tarde y las bravas a destajo. Por el aire respirado en la Plaza de Oriente y la paz interior alcanzada en Madrid Río. Por las tardes de Matadero y por las noches en Chamberí. Por acogerme en Quevedo y dejar que me quedara en Embajadores. Por los paseos por Fuencarral y los madrugones en San Ginés. Por las vidas conocidas y por las que se fueron. Por las que vendrán. No sería hoy quien soy sin ti. Y no tendré vidas para agradecértelo.
‘Y no es que te hubieras hecho de Madrid, es que ya eras Madrid (…)Y cuando volvías al pueblo por vacaciones te dabas cuenta de que eras madrileña porque así te nombraban: ‘la de Madrid’,’ Elvira Lindo (Pregón de San Isidro, 2019). •
Su hábitat desaparece mientras las compañías madereras siguen talando árboles, diferentes industrias entran en su territorio y las poblaciones locales utilizan los bosques para crear espacios agrícolas. Hay más de los que se creía pero, aun así, los gorilas son una especie amenazada. Por ARANTZA DE CASTRO
Más de 360 000 gorilas habitan los bosques del África Ecuatorial Occidental, aproximadamente un tercio más de lo que se pensaba hasta ahora. Son datos de un estudio de WCS (Wildlife Conservation Society) en el que colabora WWF junto a otras 52 instituciones que, hasta el momento, cifraban la especie en 200 000 ejemplares.
No todo son buenas noticias para los gorilas. Aproximadamente el 80% habita fuera de áreas protegidas debido a la demanda de materia prima que se extrae de su hogar: los bosques. Y es que no es fácil para ellos sobrevivir: su descenso se posiciona en el 2,7%, año tras año.
Frenar la caza furtiva, la tala ilegal y la destrucción de los bosques es esencial para salvarlos. Esto es así porque son principalmente herbívoros, y dedican casi la mitad de su día a alimentarse de tallos, brotes de bambú y una gran variedad de frutas, dieta que complementan con invertebrados y cortezas de árboles.
Existen dos especies de gorilas: gorila oriental -gorila de montaña y gorila de Grauer- y occidental -gorila de tierras bajas y gorila del río Cross- que viven en bosques tropicales y subtropicales de África central, separados por unos 900 km pertenecientes al bosque del Congo. La cuenca del Congo es hogar del segundo bosque tropical más grande del mundo, es el corazón verde de África.
Se estima que tan solo un 2,8% vive en zonas protegidas. Sin embargo, habita en grandes zonas boscosas muy cercanas a estos parques nacionales y a las reservas, alejadas de los centros de actividad humana. Por lo tanto, la conservación de las áreas forestales vírgenes es imprescindible para la protección de esta especie y de sus ‘hermanos’, los chimpancés.
CAZA Y COMERCIO,
UN PROBLEMA AL ALZA
La caza y el comercio se han convertido en un problema al alza debido a que son asesina- dos para el comercio ilegal de su carne. Tanto la caza de gorilas como el comercio de sus productos son actividades ilegales, pero los furtivos, los comerciantes y los consumidores son rara vez castigados, dada la débil legislación actual.
Por otro lado, se encuentra el ébola, una enfermedad infecciosa severa que ha devastado muchas poblaciones de grandes simios en África. Además, los gorilas que tienen con- tacto frecuente con las personas son susceptibles a contraer otras enfermedades humanas, como infecciones respiratorias que han provocado el 20% de las muertes súbitas en estos mamíferos.
Además, a las enfermedades hay que añadir un factor: la baja tasa de natalidad. Como los humanos, los gorilas se reproducen muy despacio. Dan a luz a una cría cada vez y cuidan de ella durante varios años antes de dar a luz de nuevo.
EL TURISMO COMO AMENAZA
La situación de los gorilas de montaña es crítica. Solo viven en África Oriental y más del 40% de los 1 059 individuos que quedan en el mundo se encuentran en el Parque Nacional de la Selva Impenetrable de Bwindi, al suroeste de Uganda. Su conservación ha incentivado la visita frecuente de turistas.
Tal y como recoge la publicación científica SINC, debido a su susceptibilidad a las enfermedades infecciosas, las autoridades ugandesas han limitado el acceso de las personas para proteger la salud de los gorilas. No más de ocho turistas pueden visitar a los grupos de primates acostumbrados a la presencia humana durante una hora al día.
Las normas son estrictas al respecto: las personas deben mantener una distancia de siete metros (o más) de los gorilas en todo momento. En ausencia de viento es la distancia mínima segura para evitar cualquier riesgo de transmisión. Sin embargo, a lo largo de los años, varios estudios han documentado que no todos los grupos de turistas respetan la regla de los siete metros.
En un nuevo trabajo, publicado en la revista ‘Frontiers in Public Health’, un equipo de la Universidad de Ohio en EE. UU demuestra que el 98% de los turistas incumple la norma de mantenerse a siete metros de los gorilas, según las 53 excursiones realizadas en temporada alta en el parque africano.
La idea era encontrar soluciones a esta problemática que permitan mejorar el cumplimiento de las reglas del parque. El 73% de los excursionistas encuestados estaría dispuesto a utilizar medidas de precaución para proteger la salud del gorila como, por ejemplo, usar máscaras durante los encuentros.
Esta práctica, que ya existe en la República Democrática del Congo, se considera la mejor opción, según los científicos que trabajan en la conservación de primates. ‘Se necesita acción para limitar los riesgos de enfermedades causados por los turistas que van a ver gorilas de montaña’, recalca Gladys Kalema- Zikusoka, gerente de Conservation Through Public Health, señala el medio. •
El sueño del arquitecto Luca Lancini tiene la misión de ofrecer una cosmética ecovegana de máxima calidad y efectividad en el respeto más estricto de los derechos de las personas, de los animales y del medio ambiente.
Por MARTA ARTEAGA Fotografía AROLAB ORGANIC
AROLAB Organic no es solo una excelente línea de cosmética ecovegana. Seleccionada por la ONU dentro del grupo de las Family Business for Sustainable Development, por sus valores sociales y ambientales, es un nuevo concepto de lujo de valores, fruto de ocho años de investigación de un equipo internacional de expertos en cosmética natural, fitoterapia, aromaterapia, perfumería, desarrollo sostenible y biología. El resultado es un producto de gama alta fuera de lo común, cuyo porcentaje de activos mayor del 90% supera en efectividad a las marcas de máximo lujo. Gracias a la visión de Luca Lancini, el consumidor de cosmética de alta gama, tiene por fin, una opción ecovegana.
La sostenibilidad nos recuerda que no hay diferencia entre nosotros y el ambiente que nos rodea, como indica el principio budista de Esho Funi sobre la inseparabilidad de la vida con su medio. Gracias a esta reflexión podemos trascender la ilusión de dualidad altruismo/ egoísmo y darnos cuenta que cuando cuidamos, amamos y respetamos lo que nos rodea, nos estamos cuidando, amando y respetando a nosotros mismos. Este cuidado consciente es la máxima expresión de la sostenibilidad de la calidad. Por eso, el propósito de este proyecto no es simplemente ofrecer una cosmética de calidad, sino transmitir el valor de la excelencia.
‘El lujo, para que pueda ser considerado verdaderamente tal y no simplemente algo caro, debe promocionar, con su visión filantrópica, valores que transciendan las características tangibles de lo que hemos adquirido, porque además de garantizarnos la excelencia, mejora la sociedad, respeta la vida en todas sus formas y cuida del entorno del que somos totalmente dependientes, aunque a menudo nos olvidemos de ello’, explica Luca Lancini.
El cuidado de los detalles forma parte de los va- lores que promueve AROLAB organic; la sostenibilidad 360 grados, las etiquetas en braille, la alquimia presente en su exquisita línea 532 Essential. La magia de las proporciones y de los procesos es saber elegir qué utilizar, cuándo y cómo utilizarlo. Su primera línea 532 Essential, totalmente artesanal, basa sus fórmulas en los dictámenes de la escuela francesa de aroma- terapia de René Maurice Gattefossé, e inspira las proporciones de todos sus ingredientes en la sucesión de Fibonacci, la matemática oculta en el equilibrio de las geometrías naturales, en las configuraciones biológicas y en cómo el ADN codifica el crecimiento de formas orgánicas complejas.
Su Cosmetic Protocol permite personalizar la alquimia de los productos, separando la fase hidratante de la fase nutritiva. Crea un trata- miento fresco personalizado antes de cada uso. Gracias a esta separación de activos logran crear un producto que se adapta realmente a las necesidades de todo tipo de piel en los distintos momentos del día, teniendo en cuenta los cambios climáticos de temperatura, los cambios hormonales y de humedad ambiental.
Todos sus productos contienen un porcentaje de activos que supera a los sérums más concentrados presentes en el mercado; para lograrlo, se han reducido al mínimo los conservantes en sus fórmulas, y se ha dado el protagonismo a los activos cosméticos más eficaces. Una producción limitada, hecha íntegramente a mano en España, respetando el calendario lunar de siembras y cosechas.
‘Los detalles hacen la diferencia. Elegimos, elaboramos y envasamos las materias primas de forma totalmente artesanal. Un producto no se puede definir por el título de sus ingredientes, sino por la calidad de estos y por cómo se han elaborado. En cosmética, aunque todo se parezca, es muy diferente, como lo era la mermelada de frambuesa de mi madre, que, aunque llevara, aparentemente, los mismos ingredientes que la del supermercado, sabía completamente diferente’ expresa Luca Lancini, quien tras veinte años promocionando la sostenibilidad, ha llegado a la conclusión de que la ecología y el veganismo son dos caminos imprescindibles si queremos preservar y mejorar la calidad de nuestra vida, máxime en la situación que estamos viviendo con la Co- vid-19, que nos demuestra la imposibilidad de seguir dañando el medio del que dependemos para subsistir, y precipita la necesidad de ser dependientes de un entorno salubre y de una sociedad cohesionada.
AROLAB Organic es la única línea de cosmética con producción artesanal 100% elaborada en Europa, producida, envasada y envuelta a mano en Barcelona.
‘Aunque piense que la responsabilidad de nuestro comportamiento recae en cada uno de nosotros, considero también que los gobiernos, los lideres de opinión y los medios de comunicación comparten buena parte de la responsabilidad de nuestras
creencias, porque en un mundo desinformado es muy complejo entender la gravedad del impacto ambiental de nuestra forma de vivir. No creo en el concepto del mito de la belleza que se basa en vender nuestra alma al diablo. Hay muy poca belleza que pueda proceder del sufrimiento ajeno. Tengo la firme convicción de que el fin no justifica los medios. De poco sirve ahorrar energía en casa si el impacto ambiental de lo que comemos, o de los productos que utilizamos, es 100 veces superior’.
Luca Lancini es muy consciente del valor de la interdependencia.
‘La realidad es que somos parte de un sistema vivo en el que estamos interconectados y del que dependemos. Las ideas de independencia, individualidad y autosuficiencia no son más que ilusiones. Desde esta perspectiva distorsionada dejamos de sentir gratitud hacia todo lo que nos ha permitido vivir hasta ahora. Por mucho que nos duela, nadie ha llegado a ser quién es sin haber necesitado ayuda de alguien (empezando por quién nos trajo al mundo) o sin haber utilizado recursos ambientales.’
Desde niño Luca imagina un mundo empático; las diferencias se consideran tesoros a preservar y las distintas formas de vida se respetan más allá del valor de mercado que puedan tener: ‘Un mundo en el que dejamos de juzgar a los demás según los parámetros que más nos convengan, como dijo Albert Einstein: Todos somos genios. Pero si juzgas a un pez por su habilidad de trepar árboles, vivirá toda su vida pensando que es un inútil.’ •
Los detalles hacen la diferencia. Elegimos las materias primas, las elaboramos y envasamos de forma totalmente artesanal
Por sus manos han pasado desde reconocidos actores hasta CEO’s de grandes multinacionales a los que ha enseñado el arte de pronunciar palabras. Ha sido guionista y director de cine y ahora es director del prestigioso programa de fonética inglesa de la prestigiosa UCL londinense. Por JULIA HIGUERAS
Trabajó mucho tiempo como guionista y director de cine. ¿Qué le hizo decidirse a ser profesor de pronunciación? Durante mu- chos años mis dos carreras corrieron en paralelo. Esto nunca me pareció inusual, pero vivimos en una época de especialización y a la gente le gusta encasillarnos. Por supuesto que no siempre fue así. Acabo de leer un par de maravillosos libros antiguos, sobre la fonética inglesa, escritos en los años 1800 y 1600. El autor del primero de ellos era clérigo y matemático, y el autor del segundo era granjero y poeta. Me identifico con esta versatilidad. Aunque no creo en la astrología, tengo que confesar que soy un Géminis absoluto.
¿Volvería a dirigir? Sí, sin duda volvería a dirigir, pero no ‘por el hecho de dirigir’. Tendría que ser un proyecto al que pudiera aportar algo especial. Varias de mis películas se han basado en la música clásica, de hecho, uno de mis logros más orgullosos fue arreglar la música de Chopin en la banda sonora de mi película ‘Magic Piano’, que luego fue interpretada por la superestrella Lang Lang. Es un gran artista, flexible, y trabajé muy a gusto con él. Proyectos como ¿Qué ha aprendido de estos meses de confinamiento? ¿Cómo ha cambiado su vida? Me encanta viajar para impartir talleres internacional- mente, así que para mí lo peor de la pandemia ha sido la cancelación de varios eventos en el extranjero, que este año iba a incluir Italia y Japón. Pero tengo mucha suerte porque puedo trabajar desde casa. De hecho, mis talleres italianos siguieron adelante, pero online. Llevo años diciendo que Zoom, Skype, etc. son excelentes herramientas para trabajar la pronunciación, ya que son incluso más “cara a cara” que los encuentros en persona. Ahora, gracias a la pandemia, millones de personas están descubriendo esto por sí mismos. El confinamiento también me dio la oportunidad de hacer videos para el público en general. La gente parece encontrarlos útiles y entretenidos.
¿A cuántos estudiantes les has enseñado a pronunciar el inglés como un nativo? Trabajo con actores en acentos para la actuación, pero la mayoría de los que entreno son no-nativos que quieren desarrollar su habilidad en inglés. Dejé claro que sonar exactamente como un nativo es un objetivo poco realista para la mayoría de la gente, y muy pocos incluso quieren esto. Lo que sí ofrezco es una mayor perspicacia y dominio.
este son escasos y difíciles de financiar, pero me encantaría hacer más películas con gran música, ópera, ballet.
¿Qué malos hábitos para hablar inglés tie- nen los españoles? Hay dos grandes desafíos en la pronunciación de un idioma extranjero. Uno es ser sensible a las distinciones que no tienen importancia en su lengua materna. Para los españoles, estas incluyen la ‘b’ contra la ‘v’, la ‘d’ contra la ‘th’ y la ‘s’ contra la ‘sh’, y el ritmo especial del inglés, ¡sin mencionar todas nuestras vocales locamente escritas! El otro reto es desarrollar la ‘atención’ cuando hablas, para que puedas captar tus hábitos antes de que ocurran, y modificar tu manera de pronunciar en tiempo real. A lo largo de los años he desarrollado técnicas especiales para cultivar esta habilidad. Animo a mis clientes a ser como Sherlock Holmes y que ¡investiguen su propia manera de hablar! Me encanta cuando me dicen con alegría que pueden oír mucho más de lo que podían hacerlo antes de mi entrenamiento, en su propio discurso y en el de los demás. Sobre todo, quiero que encuentren alegría en este proceso, porque lleva tiempo y requiere mucha motivación. Afortunadamente, parece que lo encuentran tan entretenido como desafiante. •
MÓNICA CHAO
Presidenta de WAS (Women Action Sustainability)
Un millón de especies animales y vegetales están hoy en peligro de extinción. La temperatura global de la superficie terrestre ha aumentado 1ºC en un siglo, lo que, entre otras consecuencias, ha generado ya la pérdida de más de 9,6 billones de toneladas de hielo y se pronostica la desaparición de entre el 70 al 90% de los arrecifes de coral en los próximos 20 años.
Las estimaciones del impacto económico del cambio climático hablan de una pérdida del PIB de un 7% al 10%. Algo que nos puede parecer insignificante hoy, ante la catastrófica situación económica en la que nos encontramos con reducciones del PIB de dos dígitos.
Pero ¿cuál es el valor económico real de esta crisis ambiental?
La naturaleza es esencial para la existencia humana, para nuestra para nuestra salud, para nuestra seguridad e incluso para nuestra supervivencia. Traed a la mente por un momento la imagen de los incendios devastadores en Australia y en California, las plagas de langostas en África, el derretimiento de Glaciares, o la desaparición del Mar de Aral. Personalmente, si vuelvo la mirada a la playa de los veranos de mi infancia en Portonovo y al río del pueblo de mis abuelos en Lugo, recuerdo pulpos y erizos entre las rocas que ya no se ven y unas flores malvas en forma de campanilla que ya no están.
Desde una perspectiva macroeconómica estamos hablando de una pérdida no cuantificable en el PIB incluso de un camino sin retorno, donde lo que se cuestiona es si los humanos podemos sobrevivir si seguimos esta senda.
Indudablemente, el coste económico de la inacción es mayor que el coste de la acción.
Pero permitidme que os diga. Para poder dar solución a estos enormes desafíos se requiere contar con los profesionales, con la formación, la experiencia, el criterio y el rigor necesarios.
Y este es el objetivo de WAS: Que la sostenibilidad esté presente en las mesas donde se toman las decisiones al más alto nivel y contando para ello con el talento femenino.
El proyecto de WAS venía fraguándose desde finales de 2018. Nos preocupaba que se hablara de sostenibilidad sin contenido o rigor o, simplemente, porque estaba de moda. Con un grupo de amigas y colegas, empezamos a organizar desayunos un viernes al mes, deba- tiendo sobre qué podíamos hacer para elevar el peso de la sostenibilidad en las tomas de decisiones. Poco a poco el proyecto comenzó a tomar forma y nos constituimos legalmente como asociación el 2 de marzo de 2020, con 23 socias fundadoras; como veis, justo en vísperas de que se decretase el estado de alarma.
Después del shock inicial que la pandemia nos produjo, las socias de WAS reflexionamos sobre nuestro rol en este momento. Entendimos que estábamos ante un enorme desafío y que nuestro rol es hoy más necesario que nunca.
Por eso, el confinamiento nos dio fuerza, trabajamos unidas y salimos a la luz el 5 de junio, Día Mundial Del Medio Ambiente, haciendo público el Manifiesto WASACTION con propuestas que ponemos al servicio de esta etapa y que hemos compartido con las principales empresas y organizaciones españolas, invitándolas a adherirse al mismo.
Formamos WAS mujeres con más de 15 años de experiencia en el ámbito de la sostenibilidad, procedentes de la empresa, la administración pública, la educación y el tercer sector.
Nosotras, en nuestras carreras profesionales, hemos contribuido a que estos enfoques dejen de ser minoritarios y tomen hoy la importancia que merecen.
Desde WAS queremos crear conversaciones expertas de Alto Nivel, trabajar en el Desarrollo Profesional y competencias profe- sionales para el acceso a la alta dirección y contribuir desde nues- tra experiencia y con rigor, a las Políticas públicas y estrategias empresariales.
Estamos trabajando en 3 Comisiones y 5 Grupos de Trabajo e invitamos a todos aquellos que quieran ser parte a visitar nuestra web y redes sociales o escribirnos en nuestros mails de contacto comunicacion@wasaction.com o asocaite@wasaction.com.
Ya son ocho meses los que llevamos aprendiendo a convivir con ‘el bicho’ que ha venido a trastocar nuestras vidas, nuestro trabajo, nuestras relaciones y nuestro todo. El panorama se presenta complicado para los próximos años. Sí, esto no lo podemos negar: nuestras vidas iban a velocidad de crucero con más o menos dificultades, pero con el destino y el camino a seguir prácticamente claros. Hasta que el pasado 14 de marzo todo cambió. Nuestro horizonte, de repente, se volvió gris y tuvimos que quedarnos en casa confinados, aprendiendo a mantener la distancia social y a aceptar que nuestros proyectos se quedaran congelados. Parecía que todo se iba a quedar así, hasta que comenzaron a surgir pequeños gestos que nos ayudaron a motivarnos, a ver un poco de luz en el cielo. Conocimos mejor a nuestros vecinos, pasamos más tiempo con nuestros hijos, nuestras parejas e incluso con los amigos y con nuestras familias. Gracias a Internet todos ellos se colaron a diario por las pantallas de nuestros ordenadores y nos hicieron los días más cortos y la esperanza más larga.
Ha pasado el verano y sin que terminase del todo, el virus ya volvió a estar entre nosotros, o quizás nunca se haya ido, lo cierto es que hemos bajado la guardia y esta segunda ola parece estar cogiendo altura. A pesar de los datos, estamos en el punto en el que solo nos queda ‘ir a mejor’ y para conseguirlo tenemos que ponerle un poco de optimismo. Un estudio reciente de McKinsey reflejaba que, de las más de 85.000 empresas que se han destruido desde febrero, el 83% son pequeños negocios con menos de cinco empleados, pero la realidad es que esta destrucción de empresas viene ya de antes de que nos visitara la pandemia porque, según este estudio, España ha perdido más de 100.000 empresas en un año entre agosto de 2019 y 2020, casi el 7% del total. Había un llamamiento a un cambio y ahora, llegados a
este punto de inflexión, toca marcar por parte de las pymes una hoja de ruta en el presente y el futuro, que pasa por la digitalización y la modernización, sobre todo en sectores clave para nuestro país, como lo son la agricultura o el turismo. Para afrontar este reto, los Fondos de Recuperación Europeos van a jugar un papel fundamental. La mayoría de las medidas de recuperación estarán impulsadas por Next Generation EU, un nuevo instrumento temporal de recuperación con una capacidad financiera de 750.000 millones de euros, que no son a fondo perdido, sino que quieren empujar la transformación de la economía hacia la internacionalización y la sostenibilidad. Ahora debemos trabajar en esta senda para avanzar y encontrar nuevas oportunidades que nos permitan ver el panorama desde una óptica más optimista y nos ayuden a alcanzar los objetivos.
Desde hace años, la neurocientífica Tali Sharot, del Departamento de ciencias cognitivas, perceptuales y del cerebro, de la University College of London, está investigando el optimismo desde la perspectiva sociológica. Su consejo científico en relación a esta situación que estamos viviendo es que nos mantengamos optimistas, incluso en los peores momentos, porque la anticipación nos hace felices y tener ‘la sensación de control es muy importante para conseguir esta felicidad’. Independientemente del resultado final, los seres humanos disfrutamos anticipando un escenario optimista y por lo tanto, visualizando un futuro mejor. El optimismo está claramente relacionado con más éxito social, deportivo o académico, mejores relaciones, mayor éxito profesional, etc. Abrazar el optimismo es la clave, es la actitud que nos va a ayudar a ver el vaso medio lleno y a vislumbrar en el horizonte el futuro que queremos y todas esas nuevas oportunidades que están por llegar. •