La fotografía del francés Denis Rouvre nos enseña cómo se puede hacer de una pasión una vida
Reconocido internacionalmente, el estilo directo e intimista del autor se ha convertido en su seña de identidad aportando una nueva dimensión al mundo de los retratos.
Por Cristina Gayol
Traducción Grégory Frangeul
Fotografía © Denis Rouvre
Madre e hijo posan frente a cámara en su recién estrenada casa.
Serie ‘Kanak’.
Acostumbrado a retratar a celebrities y personas de la talla de Bill Gates , el fotógrafo parisino Denis Rouvre confiesa su predilección por la gente anónima.
Ésa que no sabe cuál es su mejor perfil y que nunca ha ensayado hasta el límite sus expresiones faciales, sino aquella que mira desnuda a una cámara haciendo visible sus partes más íntimas e internas.
Ésa que no miente.

Cuerpos desnudos disfrutando del libre albedrío. Serie ‘Edén’.
Reconocido a nivel internacional con premios como el World Press Photo, Rouvre tardó años en aprender a utilizar la palabra ‘artista’ porque siempre prefirió hablar de Fotografía, con mayúsculas.
‘Veo la fotografía como una herramienta de libertad que me permite tener diversas visiones del mundo distintas de todos los demás.
Eso es lo maravilloso que tiene que, de un mismo hecho que en apariencia es igual para todos; cada uno tenemos nuestra propia forma de verlo, es una realidad descubierta sólo para mí’.
Asegura Rouvre con un brillo que sus ojos no pueden esconder.
‘Después de 25 años aún sigo viendo cosas, no en el momento en el que saco la foto pero sí después.
Es increíble cómo una fotografía sacada hace años no te dijo nada en su momento pero te cuenta ahora infinidad de cosas para las que entonces, quizá, no estabas preparado’.
De carácter afable y hablador, Denis nos recibe en su estudio lleno de bártulos y trastos propios de un artista que pueblan cada esquina, cada rincón de la habitación.