‘El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado que volverá a enviar astronautas a la Luna 45 años después.
El objetivo de regresar a la Luna supone un giro en la política espacial estadounidense(…).
Esta decisión de Trump, una vez más, es reprobada internacionalmente y goza de una baja popularidad en Estados Unidos (Diario Público)’.
Detrás de esta nueva ‘ocurrencia’ del Presidente Trump están inmensas cantidades de dinero que se invertirán en hacer posible este ambicioso proyecto.
¡Sí en lugar de llegar a la Luna llegásemos a los que sufren las consecuencias de catástrofes naturales o provocadas!
Las urgentes necesidades en materia de salud, nutrición, justicia, educación de la mayor parte de las personas se postergarán una vez más.
Quedarán supeditadas al brillo de un gobierno y de quienes, en su propio país o fuera de él, no alcanzan a ver las consecuencias de no mirar alrededor y hacia delante.
Y de no aprender las lecciones del pasado.
Si Estados Unidos conociera mejor las Naciones Unidas, que están en la misma isla de Manhattan, y lideraran el establecimiento de este marco ético-jurídico que con tanto apremio necesita hoy la humanidad, integrando en el Sistema de las Naciones Unidas el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la Organización Mundial del Comercio…
En caso que decidieran adherirse sin más demora al Tribunal Penal Internacional:
Y de esta forma, se dieran cuenta de inmediato que la justicia a escala mundial requiere una particularísima atención.
Pero si decidieran continuar en la UNESCO…
La mayoría de los habitantes de la Tierra aguardan aún que desde el barrio de la abundancia de la aldea global se de la ansiada orden de ‘Misión, la Tierra’.
Pero, desgraciadamente, una vez más, no será así.
Como ciudadano del mundo conozco los desafíos mucho más perentorios para las condiciones de vida de la especie humana que quedarán desatendidos.
He tenido ocasión de conocer de cerca muchos de los rincones del planeta y admirar la grandeza creadora que anida en la infinita diversidad de sus habitantes, y he procurado contribuir a aliviar la situación en que viven (y mueren) tantos habitantes de la Tierra, que esperaban todavía que los pueblos más prósperos volvieran, por fin, los ojos hacia ellos.
Estamos ante gravísimas amenazas a la habitabilidad de la Tierra y son precisas acciones decididas con firmeza y a tiempo.
Mirar en estos momentos tan sombríos hacia la Luna puede situar a Estados Unidos, indebidamente, muy lejos del corazón de la mayoría de los ciudadanos del mundo. Que no se aleje más. Para ello bastaría con que se tuviera la visión y el coraje de proclamar:
‘¡Misión: la Tierra!’. •
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FEDERICO MAYOR ZARAGOZA, presidente de la Fundación Cultura de Paz, exdirector general de la UNESCO.