
Confeccionado con cera natural y una cuidada mezcla de tres notas olfativas, este revolucionario perfume sólido no solo es respetuoso con el medio ambiente, sino que también ofrece una fragancia embriagadora que perdura mucho más en el tiempo.
Por ARANTZA DE CASTRO Fotografía INGRID
Los perfumes tradicionales contienen entre un 80 y un 90% de alcohol y agua. Muchos consumidores hacen uso de los perfumes en spray sin conocer, de primera mano, el impacto que este tipo de productos pueden tener en el entorno. Y es que, las alternativas actuales en el mercado, aunque puedan parecer inofensivas, cuentan con una serie de efectos negativos que contribuyen a la degradación ambiental y al cambio climático.
El embalaje es otra de las cuestiones a tener en cuenta respecto a la problemática asociada a este tipo de productos. Pese a que ha habido un cambio de pensamiento, gran parte de ellos vienen en envases de plástico no reciclables o difíciles de reciclar, lo que contribuye a la acumulación de desechos plásticos en el medio ambiente. Sin dejar de lado la fabricación y el transporte, dos acciones que requieren de grandes cantidades de recursos y energía, contribuyendo aún más a la huella ambiental que generan este tipo de productos.
Es hora de imaginar un futuro mejor en el que un ritual diario, como el de aplicar un perfume, se convierta en una acto consciente y respetuoso con el mundo que nos rodea. Es el momento de presentarte Ingrid, una marca de perfumes sólidos que han venido a convertirse en la alternativa perfecta a los tradicionales gracias a su fórmula creada a través de ingredientes naturales, ofreciendo una fragancia aromática única sin renunciar a ser respetuoso con el medio ambiente. Además, desde la marca aseguran que su olor perdura aún más en el tiempo gracias a su mezcla de cera hidratante y aceites naturales que no provocan irritación como sí lo hacen los alcoholes de los productos tradicionales.
‘Se volvió fácil hacerlo bien y, al mismo tiempo, oler bien’
El perfume se aplica pasando el dedo sobre la cera y se aplica en las muñecas y/o detrás de las orejas. Además, las fragancias están inspiradas en perfumes de reconocidos diseñadores, con la misma alta calidad, pero al alcance de todos. Desarrollado en Suecia, es 100% vegano y libre de crueldad animal: ‘Olerás muy bien y le irá muy bien al planeta’, aseguran.
Eso no es todo, por cada pedido la compañía planta un árbol en colaboración con Eden Reforestation Projects. Y es que, ¿sabías que alrededor del 90% de la selva tropical de Madagascar ha sido destruida? Por ello, la compañía se asoció a esta ONG dedicada a la reforestaciones de ocho ubicaciones alrededor del mundo, también de la isla de Madagascar. De esta forma, gestionan más de 241.150 hectáreas de tierra trabajando con las comunidades locales, creando 6.000 puestos de trabajo en zonas geográficas desatendidas.
Madagascar es una de las principales prioridades de conservación de la biodiversidad del mundo debido a sus especies endémicas y sus graves tasas de pérdida de hábitat.
La restauración en Madagascar es importante porque la destrucción de los estuarios de manglares a lo largo de la costa ha provocado que las marismas lleguen al océano, destruyendo pesquerías. Esto aumenta la vulnerabilidad de las comunidades costeras a huracanes, tsunamis e inundaciones.
En la región interior de Madagascar, la deforestación amenaza uno de los sistemas forestales más raros y diversos del mundo.
La revitalización de los bosques locales suele desencadenar una serie de impactos positivos en su entorno. El resurgimiento de la vegetación no solo beneficia el medio ambiente, sino que también genera oportunidades de empleo, lo que a su vez revitaliza las comunidades locales y promueve su desarrollo económico y social.
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