Con diez años tuvo sus primeras alucinaciones, en aquel momento no sabía que le iban a salvar la vida. Yayoi Kusama es hoy la artista japonesa más internacional.
Por Etelvina Miranda
Los puntos son la obsesión de la artista japonesa Yayoi Kusama.
Sin embargo, este elemento tan sencillo es la principal característica de su obra que no deja indiferente a nadie.
Igualmente es protagonista de sus propias composiciones, Kusama confiesa que su trabajo es producto de las alucinaciones que viene padeciendo desde la infancia.
El prestigioso diseñador Louis Vuitton ha escogido a la artista nipona como colaboradora en su último proyecto y juntos han creado una nueva colección de moda y complementos que está revolucionando las tendencias actuales.
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Una fusión entre arte y moda protagonizada por la obsesión de los patrones en serie.
Artista revolucionaria y gran activista en su juventud, Kusama acepta con normalidad su enfermedad mental.
Sin embargo, reside por voluntad propia desde hace más de 30 años en un centro psiquiátrico que abandona cada día en un autobús decorado con lunares, de camino a su estudio de creación.
Además, Kusama ha declarado en numerosas ocasiones que su arte es el reflejo de su salud mental.
La artista nipona comenzó a pintar a los diez años cuando aparecieron sus primeras alucinaciones en las que los puntos y los patrones en serie conformaban todo su alrededor.
La artista asegura que no hay nada más fascinante que la política.
Por lo tanto, conocidas fueron sus performances en los 70 en las que aparecía con hombres y mujeres desnudos, siempre reivindicando alguna causa política.
‘Si no fuera por el arte, yo ya me habría suicidado’, asegura Kusama, quien ha encontrado en la disciplina artística el modo de canalizar sus alucinaciones y obsesiones.
Por ello ‘Seguiré pintando hasta que me muera’ , afirma la nipona.
Asimismo, los colores vivos y brillantes, las formas geométricas redondas y alargadas o la obsesión por los patrones de puntos son algunas de las características que acuñan el sello de identidad Kusama.
Finalmente, es una artista que también se incluye como protagonista en sus propias composiciones en lo que parece un escenario sacado de su propia ilusión.