Economista y sociólogo.
Ha escrito 65 libros, 47 veces investido doctor honoris causa en universidades de todo el mundo y hoy asesora a 32 países de organismos como ONU, Unicef o Unesco, pero se le conoce por ser el padre de la responsabilidad social corporativa, el gurú de la ética del desarrollo y una autoridad internacional en pobreza.
Convierte los panoramas más pesimistas en maestrías de esperanza.
Él es un optimista comprometido.
Por JULIA HIGUERAS Fotografía LUIS MALIBRÁN
¿Cómo se le ocurre a usted en los setenta el concepto de Responsabilidad Social Corporativa?
Porque es algo que me tiene impactada.
Yo leo la sociedad fundamentalmente desde el punto de vista ético y desde muy pequeño.
Mis padres que eran voluntarios a tiempo completo y de condición muy humilde, pero que hacían de todo lo que podían por los otros me enseñaron esa lectura de la sociedad.
He cultivado todas las ciencias, pero siempre lo he hecho subordinándolas a esa perspectiva, y esa perspectiva arranca con la frase de ‘mejorar el mundo’.
Porque todos los actores tienen que cumplir su rol en esa mejora del mundo.
Hacia una economía con rostro humano. Fondo de Cultura Económica, 2002.
Una pregunta de fondo recorre esta obra heterodoxa y no convencional: ¿Es posible una economía con rostro humano? El autor demuestra que es viable.
Más ética más desarrollo. Temas Grupo Editorial, 2006.
Análisis de Noruega, uno de los líderes mundiales en transparencia.
El concepto de empresa privada en los años setenta se asentaba en la idea de que solo servía para producir lucro a sus dueños y el Nobel de Economía de la época, Milton Freedman, defendía que las empresas solo tienen la responsabilidad de producir beneficios.
Y usted ya navegaba a contracorriente.
(Se ríe). Yo salí a combatir estas ideas, no solo para generar una idea nueva sino para enfrentarme al establishment de ese momento.
Y lo hice a partir de la ética porque no podía ser que algo tan importante como una empresa, cuyas decisiones no caían solo sobre los clientes sino que sus decisiones condicionaban la vida de muchas personas de algunas lo hacían de manera permanente y este debate se merecía, desde luego, hacerlo desde una discusión ética.
Este planteamiento no despertó muchas simpatías. Como dice mi amigo el Papa Francisco:
’La ética fastidia a los poderosos’.
Usted escribió por aquel entonces más de 65 libros sobre estos temas, pero siempre con argumentos empíricos.
Cifras, datos, sí.
Uno de los primeros temas que comencé a abordar en aquella época y en el que después he trabajado mucho, es el impacto de las empresas sobre la salud.
Resulta que, actualmente, un país como México, que tiene el 70% de la población con sobrepeso y donde el 40% de los chicos sufren de obesidad, tendrá más de 70000 muertes por diabetes al año.
Y el generador fundamental de la obesidad y el sobrepeso y del cambio de dieta de los mexicanos es inducido por las empresas que venden comida basura y que esta cargada de grasas saturadas.
La OMS dice que los jóvenes se envenenan bajo el impacto de las grasas ultrasaturadas y pierden, por lo menos, diez años de vida.
Sí, porque contraen enfermedades cardíacas y circulatorias.
Las empresas insisten en acumular mas y mas pisos en las hamburguesas para que se consuman, y las bebidas gaseosas son el otro lado oscuro que acompaña casi siempre a la comida rápida.
Toda esta oferta va dirigida al público con menores recursos, que necesitan comer muy rápido y pagar poco.
Primero la gente. Editorial Planeta, 2008
Es una reflexión sobre algunos de los principales problemas del mundo globalizado y examinan algunas de sus posibles soluciones.
Estrategia empresarial ante el caos. Ediciones Rialp, 1993
Este trabajo colectivo es un enriquecedor análisis del caos y su relación con la empresa, y una reflexión sobre esas nuevas situaciones.
Y se les engaña con cajitas, con los adornos, con la publicidad.
Es una combinación que hoy en día está matando a mucha gente.
En México, que es el país del mundo que tiene el consumo per cápita mas alto de bebidas gaseosas.
El gobierno subió los impuestos de esas bebidas para ver si lograba bajar su consumo, y esto supuso un fuerte enfrentamiento con las empresas.
La opinión pública oyó al gobierno, se dio cuenta de lo que estaba sucediendo, y se activó.
Actualmente es uno de los pocos países en el mundo que tiene un sobreimpuesto a las bebidas gaseosas para reducir su consumo y gracias a esta medida éste se ha reducido de manera significativa.
Su preocupación desde los años setenta es estudiar cómo afectan las decisiones de la industria a la salud. ¿Qué conclusiones ha sacado?
En los últimos años, he trabajado sobre la inequidad enorme que trae este tipo de comportamientos de la empresa privada, porque resulta que los obesos son particularmente los pobres en todo el mundo.
La obesidad es actualmente considerada una epidemia con más de 1800 millones de personas afectadas y la desigualdad también está ligada a otro tema masivo que es el fumar.
Otra industria, la del tabaco, con la que llevo peleando desde los años setenta.
Hoy sabemos que, según la OMS, el tabaco mata a la mitad de los que lo consumen de manera regular.
Tanto la industria alimentaria como la tabacalera generan adicción.
Hoy está probado que ingerí hamburguesas de manera regular genera dependencia.
Lo mismo sucede con el planeamiento de la industria del tabaco: en la medida que se ha ido reduciendo han aumentado la carga de nicotina adictiva.
Los que fuman son nuevamente los pobres, y las mujeres y los niños…
Sucumben a todas las mentiras, fake news puras y duras, porque ni los pobres ni las mujeres ni los niños de estos estratos sociales tienen herramientas para protegerse de ellas.
‘LA PRESIÓN QUE EJERCE UNA SOCIEDAD VIGILANTE Y UN CONSUMO
SOCIAL RESPONSABLE SON IMPRESCINDIBLES’
Una juez en EEUU condenó criminalmente a la industria del cigarrillo por sus mentiras y por inducir a fumar utilizando argumentos totalmente falsos.
En EEUU la lucha de las ONG dio resultados y el consumo de tabaco se redujo de un 60% a un 16%, y sigue bajando en los sectores medios y altos, y ahora mismo esta en un 13%…
Esta juez les obligó a publicar a estas empresas diferentes artículos donde comunicaban que era mentira que los cigarrillos light y todas sus variantes, tuvieran un menor contenido mortífero que los otros cigarrillos normales.
La juez fue sumamente inteligente porque no solo les condenó con multas si no que les obligó a rectificar.
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Pero nuevamente los pobres no leen esos comunicados ni tienen acceso a esa información y en el mundo se esta produciendo, silenciosamente, una desigualdad que muy pocos denuncian.
En la actualidad existen nuevas desigualdades y la responsabilidad social empresarial tiene ahí un arma fundamental, porque las empresas no tienen ningún argumento para discutir éticamente estas afirmaciones.
Usted es presidente del Centro de Responsabilidad Social Empresarial de la Universidad de Buenos Aires y la principal empresa tabacalera del mundo, que tiene representación en Argentina, les ofreció un subsidio enorme si ustedes, simplemente, hacían figurar entre los auspiciadores del centro a esta empresa tabacalera.
Y se imaginará cuál fue mi respuesta.
Tengo una ligera idea de cuál fue. (Se ríe).
Les dije: el día que se dediquen a alimentos saludables y que cambien de rumbo, con todo gusto, así que no hubo ninguna negociación y preferimos ser un centro con pocos recursos a estar atrapados por la antiética.
Y nos explica Kliksberg que, la responsabilidad social empresarial da resultados y que incide en la conducta de las empresas y hay algunos casos recientes para ilustrar que esto es así.
Hace unos meses hubo un incidente de discriminación racial en un Starbucks de EEUU.
Dos personas de color se sentaron y en algún momento preguntaron donde estaba el baño.
El jefe de ese Starbucks llamó a la policía y les dijo que no estaban consumiendo nada y además querían usar sus baños.
La escena donde los policías les esposaban sin ningún cargo, fue filmada.
Al día siguiente, ese Starbucks fue invadido por una multitud para protestar contra la segregación racial.
El presidente de la empresa, que tiene un discurso permanente sobre la responsabilidad social, reaccionó muy rápido.
Este hecho demuestra cómo la responsabilidad social empresarial puede mejorar la performance de una empresa y su penetración en los mercados.
Por el contrario, si falta esa responsabilidad social corporativa, puede ser un desastre y dar al traste con la imagen que la empresa había estado desarrollando desde hacía tanto tiempo.
Pero también es muy importante el desarrollo de la figura del consumidor consciente.
Es la gran herramienta política para el cambio, es el único con capacidad y potencia para presionar.
Desde luego.
En este ejemplo que ponías, el presidente de Starbucks actuó atinadamente porque todos los Starbucks de EEUU cerraron sus puertas por un día y sus 270000 empleados recibieron de nuevo un entrenamiento en materia de segregación racial.
Fue la respuesta correcta, sin la presión de una sociedad civil vigilante y de un consumismo social responsable, este hecho hubiera pasado desapercibido.
‘LA INDUSTRIA TABACALERA, COMO LA ALIMENTARIA,
GENERAN ADICCIÓN. AHÍ EMPIEZA LA DESIGUALDAD’
¿Cree que la sociedad está despertando?
Por supuesto que sí.
Otro ejemplo de consumidores conscientes se dio cuando se enfrenaron a las grandes sociedades de farmacias, que se supone que venden remedios para curar a la gente y además vendían cigarrillos a gran escala.
Digamos que uno de los puntos preferidos para comprar cigarrillos en EEUU era en una farmacia y se ve que la mayor cadena de farmacias de EEUU acusó el impacto de inmediato.
Nuevamente el consumidor consciente, entonces, tomó la resolución de cerrar la venta de cigarrillos en las 8000 farmacias y en lugar de eso, con imaginación, poner en el mismo lugar un espacio donde la gente pudiera consultar cómo dejar de fumar.
Por un lado perdieron una cifra de miles de millones de dólares por la venta de los cigarrillos y por otro lado crearon un bien público porque la gente no tenía lugares donde consultar cómo dejar de fumar. Eso les produjo tales resultados que inmediato se dieron cuenta de que podían ampliar ese servicio a todo tipo de consultas paramédicas.
Ahora, cuando uno entra en una farmacia, hay un apartado de consultas médicas donde a uno le dan el mejor trato.
La Responsabilidad Social puede crear bienes públicos que es a lo que voy, bienes que no existían y que el estado no los está creando y que esto es bueno para la empresa y bueno también para la sociedad.
La responsabilidad social de la ética, cerrando con lo que empecé, es ética en acción y no la inventó Kliksberg, la inventó la Biblia que dice que la propiedad debe ser utilizada con la máxima responsabilidad y fija una cantidad de parámetros éticos fundamentales, y entonces mañana todo será mejor y podremos tener sueños.
¿Con qué sueña Bernardo Kliksberg?
Sueño con un mundo mejor y para mí eso no son abstracciones.
Sueño con que la desigualdad baje, con que no haya pobreza, con que los 15000 chicos que mueren todos los días por causas evitables, no mueran, y porque haya muchas organizaciones, como la de ustedes, que se están ocupando seriamente de esos temas y que nos estimulan a todos. •