
Considerado hasta hace no mucho tiempo escenario exclusivo de distopías y novelas del género literario de ciencia ficción situadas en un futuro apocalíptico y distante, el cambio climático se filtra cada vez más en historias ambientadas en el presente.
Por FEDERICO KUKSO / Agencia SINC.
Autores como el italiano Paolo Giordano exploran las maneras en las que la crisis altera las relaciones personales, buscando en ese ejercicio literario contar la emergencia climática de otra manera y lograr que los lectores la sientan más próxima.
Para muchos, el problema es tan vasto, tan complejo, que lo ven como algo lejano, ajeno e incluso inexistente. El escritor Cory Doctorow llamó a este proceso psicológico ‘máxima indiferencia’: a medida que crece la crisis, también crece nuestro desinterés. Hasta que se vuelve tan grave que resulta imposible ignorarla y, entonces, surge el pánico.
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‘Durante muchos años me he preguntado por qué es tan difícil, tan complicado volver apasionante la crisis climática desde un punto de vista humano’, cuenta a SINC Giordano, licenciado en física teórica que saltó a la fama a los 26 años con su novela de La soledad de los números primos en 2008. ‘O qué hay que hacer para contarla y que nos toque en lo más profundo de las emociones’.
Como un número cada vez mayor de novelistas, Giordano está convencido que la ficción es una de nuestras mejores herramientas para afrontar un mundo transfigurado por desastres climáticos y una acelerada extinción de especies.