El mundo de la moda tiene a Helmut Newton, el fotoperiodismo, a Robert Capa y la fotografía de gatos, a Walter Chandoha.
En 1949, el encuentro con un minino callejero le cambió la vida y su carrera transformó la fotografía de gatos y la elevó a la categoría de arte mucho antes de los #gatosdeinstagram.
Esta colección rinde homenaje a animales fascinantes y a un artista, hijo de padres ucranianos, fallecido en enero de 2019 a la edad de 98 años, cuyo amor por gatos y perros se aprecia en cada imagen.
Por MARÍA GONZÁLEZ
FOTOGRAFÍAS DE WALTER CHANDOHA
Los pitagóricos creían que los animales experimentaban la misma gama de emociones que los humanos.
Investigaciones actuales en este campo nos proporcionan pruebas convincentes de que, al menos algunos animales, probablemente, sienten una gama completa de emociones, incluyendo el miedo, la alegría, la felicidad, la vergüenza, el resentimiento, los celos, la rabia, la ira o el amor.
Una de las emociones más complejas de evaluar es la empatía, esa capacidad para comprender y compartir los sentimientos de quienes nos rodean. Los seres humanos mostramos empatía hacia otros seres humanos y hacia losanimales por igual.
¿Hacen Los animales lo mismo? Las investigaciones apuntan a que sí.
La empatía es un sentimiento de identificación con algo o con alguien y es, probablemente, más frecuente en las especies sociales, o en los animales que se asocian en grupos sociales.
El Dr. James C. Harris, de la Universidad Johns Hopkins, la describe como ‘un mecanismo evolutivo para mantener la cohesión social’.
En otras palabras, los animales que dependen de un grupo para sobrevivir deben ser más sensibles a lo que sienten los que les rodean, sean
humanos o no.
La idea de la empatía en los animales introduce una forma totalmente nueva de ver a nuestros vecinos no humanos, sugiriendo que nuestros sentimientos hacia ellos podrían ser recíprocos.
También es posible que se preocupen de verdad por los miembros de su propia especie de una manera con la que podemos relacionarnos.
Este complejo rasgo emocional se ha observado en otros primates, así como en perros, gatos, ratones y elefantes.
Y de gatos y perros vamos a hablar en este reportaje, porque el encuentro con un minino callejero cambió la vida al fotógrafo Walter Chandoha.
Su carrera transformó la fotografía de gatos y la elevó a la categoría de arte mucho antes de los #gatosdeinstagram.
Este reportaje rinde homenaje a gatos y perros fascinantes y a un artista.
Hijo de inmigrantes ucranianos, fallecido en enero de 2019 a la edad de 98 años, cuyo amor por los animales se aprecia en cada imagen y nos confirma que los animales sienten y padecen.
Hijo de inmigrantes ucranianos creció en Nueva Jersey, Estados Unidos.
Se inició en la fotografía en uno de los muchos clubes de aficionados que proliferaron en ese país durante los años 30, 40 y 50 del siglo XX.
Participo en la Segunda Guerra Mundial y sus conocimientos fotográficos hicieron que, durante la mayor parte de este conflicto bélico, fuera asignado como fotógrafo en el Pacífico Sur.
Un periodo que le marcó de manera profunda y que no podía recordar sin llorar.
La historia empieza una tarde de invierno de 1949, cuando Walter Chandoha se dirigía a su apartamento en Astoria, Queens, cuando vio un gatito gris abandonado que temblaba en la nieve.
Lo cogió y lo metió en un bolsillo de su abrigo militar y se lo llevó su casa. Esta decisión cambió su vida para siempre.
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Las travesuras del gatito -corriendo por el apartamento cada noche como si estuviera poseído, haciendo ‘shadowboxing’ con su imagen frente a un espejo de la casa- inspiraron a Walter y a su mujer, María, a llamarlo Loco.
Y fue así como Chandoha se animó a fotografiar a su gato loco y empezó a enviar sus fotos a periódicos y revistas y pronto, su mascota adoptada, le haría convertirse en el fotógrafo preferido de periódicos y revistas prestigiosas de todo el mundo como ‘Life’ o ‘National Geographic’.
Y así empezó a fraguarse la carrera de quien ha sido, unánimemente reconocido, como el mejor fotógrafo de mascotas del mundo.