Cuando cae la noche en el Amazonas, la oscuridad se cierne sobre sus habitantes. Las lámparas de queroseno son el único halo de luz que les permite ver cuando desparece el sol. Sin embargo, su utilización es altamente tóxica y crea graves enfermedades, incluso la muerte. Esa es la razón de la existencia de ‘Light Humanity’, mejorar la vida, dar seguridad y frenar la mortalidad de las familias ribereñas a través de la energía solar. Por ARANTZA DE CASTRO
Más de 7.000 km nos separan de uno de los lugares más silenciados del mundo. Cuando cae la noche, el Amazonas se cierne en la oscuridad sin acceso a una energía segura que les permita ver tras el atardecer. Para poder seguir viviendo una vida con cierta normalidad, los habitantes hacen uso de lámparas de queroseno. De hecho, el 90% de las familias ribereñas dependen de estas tóxicas lámparas para iluminarse.
Esto quiere decir que millones de personas viven sin acceso a la electricidad en las zonas rurales del Amazonas y, al hacer uso de este tipo de iluminación, las familias inhalan gases tóxicos de la combustión del queroseno, causando graves enfermedades respiratorias, incluso la muerte. Este es el motivo por el que nació Light Humanity.
Fue en 2018 cuando, en un viaje a esta zona del Amazonas, Eugenio García-Calderón pudo recorrer diferentes lugares donde, a través de la familia de Amiraldo conoció realmente a qué se exponían estas familias cada vez que caía la noche. Para ponernos en anteceden-tes, Eugenio es ingeniero de formación, aun-que de personalidad se define como ‘curioso, aventurero y con ganas de dejar una huella positiva en el mundo’ en el que vive. Antes de ‘Light Humanity’ dio la vuelta a España subido a una bicicleta solar con el objetivo de generar conciencia sobre el acceso universal a una energía limpia y económica. El proyecto se llamó ‘Pedaleo Solar’. Tras él llegó esta iniciativa con una misión clara: hacer accesible la generación de energía solar a todos aquellos que la necesiten.
Millones de personas viven sin acceso a la electricidad en las zonas rurales del Amazonas
La energía del Sol es abundante y tiene la capacidad de cambiar la vida de las personas y proteger el medio ambiente. A través de la distribución de sistemas solares domiciliarios, el equipo de ‘Light Humanity’ es capaz de garantizar el acceso a la energía solar de forma permanente. Mejorando así la salud respiratoria y el acceso a la educación en zonas rurales. ‘Siempre que encontramos familias que dependen del uso del queroseno se nos encoge el corazón. Sobre todo, cuando son familias que tienen menores en casa y que algunos han desarrollado ya enfermedades respiratorias debido a esta situación’, nos cuenta Eugenio.
El proyecto nació en 2018 con el objetivo de combatir el cambio climático y reducir las desigualdades utilizando la energía como palanca de transformación. Tras un viaje de exploración a la zona, llegaron a la conclusión de que tenían que cambiar la manera en la que las personas que habitaban el lugar se iluminaban tras caer la noche. En ese viaje validaron si su solución solar era válida en las familias que dependían del queroseno. Ese no fue su único objetivo.
‘Nuestra misión es que cada vez más personas tengan la capacidad de generar su propia energía solar, tanto en España como en lugares sin electricidad como el Amazonas’, nos explica Eugenio. De hecho, trabajan también en zonas como la Cañada Real, en España, que sufren cortes de luz. Y zonas rurales muy empobrecidas como Madagascar.
‘Light Humanity’ es un proyecto 100% social cuya misión es facilitar el acceso universal a la energía solar. Lo hacen a través de una Red de Multiplicadoras de Luz que garantizan el acceso a esa energía tan necesaria para vivir con seguridad. Y es que, el equipo ha podido comprobar en primera persona que las condiciones de vida en el Amazonas no son fáciles al experimentar en primera persona cómo es vivir en la completa oscuridad.
Además, dan financiación a las familias para que puedan pagar mes a mes el coste de la energía solar para que dejen de utilizar el queroseno. Esto es posible gracias a la participación de ciudadanos y empresas en el programa ‘Compensa tu Huella’ y en la ‘Tienda Solar y Solidaria’. Al comprar uno de los productos Light Humanity, el consumidor financiará la fabricación y envío de una lámpara solar a una familia sin acceso a la electricidad en Madagascar o en el Ama-zonas.
Gracias a estas compras solidarias por parte de viajeros y personas concienciadas con el medio ambiente en España, consiguen financiar la fabricación y envío de esos mismos productos en las comunidades sin energía de África, Asia y Latinoamérica. Así mismo, forman a los emprendedores locales en zonas sin energía para que gestionen los puntos de venta de los productos solares. Esto les permite romper la barrera del ac-ceso a la energía solar mediante un modelo sostenible a largo plazo, impulsado desde la economía local.
Esto, en palabras de García-Calderón, ‘da la oportunidad a las personas de ser pro-ductores de energía, no solo consumidores, y genera una soberanía energética nunca antes vista. La parte fundamental de nuestra propuesta de valor, es que personas y empresas participen en las compras con impacto en nuestra tienda solar y también que midan y compensen su huella de carbono a través de nuestro programa ‘Neutralist’. De esta forma obtenemos la financiación para seguir desarrollando productos solares, distribuirlos en zonas sin electricidad y dar acceso a micro-créditos a las familias que más lo necesitan’.
Y es que, aunque el sol brilla para todas las personas, no todas pueden permitirse un fácil acceso a la energía que genera. Por eso, el sueño de Eugenio es claro: ‘Una energía en manos de los ciudadanos, que además sea sostenible y accesible’. Y está trabajando duramente para conseguirlo.