
La paz no es un sueño,
es una necesidad urgente.
No es un lujo ni un deseo,
es un grito que nace en el alma.
No hay paz sin justicia,
ni justicia sin verdad.
No hay verdad sin libertad,
y no hay libertad sin dignidad.
La paz es el susurro de un niño,
es la mirada firme de una madre,
es el abrazo de un pueblo,
es la mano tendida entre dos mundos.
La paz no puede esperar,
no debe ser una utopía,
es una batalla diaria,
es una luz que no podemos dejar de perseguir.
Federico Mayor Zaragoza
La paz no puede esperar.
En un mundo herido por conflictos y fracturas profundas, mientras la guerra económica dibuja nuevas fronteras invisibles, la paz es más que un ideal: es una urgencia.
No hay futuro posible sin diálogo, justicia y dignidad.
La paz no es un destino lejano, es el punto de partida para reconstruir lo humano.
Sin paz, todo avance es frágil.
Es tiempo de entender que la paz no es un premio: es la condición para que el mundo siga siendo habitable.
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