Es cofundador del movimiento Capitalismo Consciente es conferenciante y luchador por un cambio de paradigma en la sociedad. Promueve la necesidad de fomentar un modelo capitalista que genere una riqueza no limitante a la economía, sino que se extienda a la riqueza social y del medio ambiente, donde el capitalismo sea el motor de una sociedad sana física y espiritualmente. Sidodia comparte aquí una visión innovadora desde la perspectiva de los negocios, donde el propósito y la misión de la empresa, coincide con la de los empleados, proveedores y de la sociedad.
Por CAROLINA GODAYOL / JULIA HIGUERAS
El 15 de febrero de 2024 tuvo lugar en Madrid una reunión convocada por Tim Eaves, presidente del movimiento ‘Capitalismo Consciente en España’, con el objetivo de explorar qué se necesita para que un Capitalismo Consciente se posicione en este país.
La misión es ‘construir una comunidad española próspera, diversa y comprometida formada por líderes conscientes de hoy y del futuro’. Como fundador de este modelo de pensamiento, ¿cómo ve el avance de España dentro de la filosofía del Capitalismo Consciente respecto a otros mercados?
En mi opinión, España está generalmente por delante del resto de los mercados en la introducción de esta tendencia. Brasil es el otro mercado relevante, después de Estados Unidos, donde
tenemos una implicación desde hace más de 10 años, con un éxito significativo, en donde hacemos muchas actividades y dónde tenemos un impacto en más de once ciudades del país, así que nuestra posición en Brasil es bastante amplia.
En España estamos principalmente implantados en Barcelona y con algunas actividades incipientes en Madrid. Creo que hay que celebrar lo que se ha conseguido hasta ahora, han acogido un evento europeo y muchos otros a los que he asistido. En general diría que España es un lugar con un gran potencial.
Con respecto a compañías originarias de España, no conozco muchas, pero puedo mencionar en una posición relevante a Mercadona, es una empresa española que he visitado y conocido de la mano de su CEO, Juan Roig. Esta compañía es un gran ejemplo de implementación de la filosofía de Capitalismo Consciente, pasé un tiempo con ellos en Valencia y no puedo sino reconocerla como una empresa que ha introducido el Capitalismo Consciente como parte integral de su misión y propósito.
Hacer el bien es bueno para los negocios. Hace quince años ese era el mantra para algunos de los que dirigíamos empresas multinacionales. Este lema fue reinventado como Responsabilidad Social Corporativa y, hoy en día, son los estándares ESG que, a pesar de cambios y comentarios recientes, son un gran paso para dotar de credibilidad al movimiento de una empresa socialmente comprometida. ¿Cómo ve usted el avance de este movimiento en el futuro? ¿Son suficientes los criterios ESG? ¿Es creíble? ¿Es suficiente?
Todos esos ejemplos son válidos. Son pequeños pasos y piezas de un puzzle mayor hacia la transformación del mundo corporativo.
Considero que el Capitalismo Consciente tiene un enfoque mucho más amplio sobre cómo afrontar el mundo empresarial, que incluye todos esos elementos, pero también la sostenibilidad, el movimiento verde, los ESG’s, la responsabilidad social corporativa, el capitalismo inclusivo, todas estas son ideas integradas dentro de la filosofía del Capitalismo Consciente.
La mayor diferencia es aquello de lo que nadie habla.
El Capitalismo Consciente reflexiona sobre el propósito superior de la empresa, y este propósito no es explícito en ninguno de los otros movimientos. En este caso, el pensamiento está dirigido hacia el bienestar de todas las partes que componen una empresa, para armonizar el propósito y la filosofía que subyace a todo, basado en un aspecto fundamental en el que todo es importante, todos los seres implicados son importantes y todos tienen que ganar.
Esta es una perspectiva novedosa que va más allá del cumplimiento de unas normas.
Frecuentemente, encontramos que estos aspectos del cumplimiento de los ESG’s se traducen en el cumplimiento de unas normas rígidas, en burocracia y en reportes que consisten, simplemente, en rellenar un cuestionario, y decirle a los demás que estás haciendo una serie de cosas.
El Capitalismo Consciente, por su parte, nos invita a actuar desde la inspiración, y no desde la obligación, para obtener una verdadera epifanía y un cambio en el paradigma sobre qué pensamos de la empresas cuyo propósito está en cuidar los unos de otros, para servirnos mutuamente.
Y si esto lo haces de una manera cariñosa y basada en el amor, entonces el resultado es una sociedad más sana y feliz y, por cierto, con un incremento en los índices de productividad.
La mayor parte de estas ideas deben venir de tu interior. Deben estar conectadas con tu corazón y tu espíritu, no es sólo descubrir que es una mejor manera de hacer más dinero.
Suelo decir que las cuatro diferencias del Capitalismo Consciente se basan en que nosotros no hablamos de tácticas sino de estar. Este es un pilar fundamental para creer que los seres humanos estamos pensados con un propósito y que nuestras vidas se definen por luchar y conseguir ese objetivo.
Creemos que el bienestar de todas las partes interesadas es importante y nadie debería sufrir para que otro prospere aún más. Todos necesitamos florecer dentro de nuestro sistema, donde el liderazgo consiste en cumplir el propósito y servir a la gente. No se trata de servir al ego o al hambre de poder y dinero.
Las personas deberían desear ir a trabajar y, sin embargo, la mayoría de las culturas están llenas de estrés, de un alto nivel de agotamiento y cada vez los ataques cardíacos son más frecuentes. He observado en mis seis años de educación empresarial, que todo se trataba de la billetera.
‘El Capitalismo Consciente reflexiona sobre el propósito superior de la empresa y está dirigido al bienestar de todos’
Todo son números, marcos, teorías y análisis de datos, y en última instancia, todo se ve como negocio y el único objetivo está en cómo ganar más dinero. Para ello, dejan de lado todo lo demás que es el corazón, el alma y el espíritu.
Considero que debemos inspirarnos y conectarnos emocionalmente con nuestro trabajo y el impacto que estamos teniendo.
Esa es la fuente de mayor riqueza, es lo que inspira y motiva a las personas a hacer cosas increíbles cuando están conectadas a este nivel emocional. Necesitamos adoptar estas ideas porque es lo correcto, no sólo porque conduce a un mejor empleo, lealtad del cliente, mayor calidad de los proveedores, mejor reputación, mejor buena voluntad, menores costos legales, etc.
Tenemos que hacerlo por las razones correctas, no sólo por sus consecuencias financieras. Les digo siempre a los líderes que, si hacen esto sólo porque van a ganar más dinero, entonces, probablemente, no funcionará, porque tienen que hacerlo para generar la energía adecuada.
En sus libros y sus discursos se evidencia una fe profunda, o un enfoque basado en la ética y los valores. Sin embargo, en
un mundo donde una parte cada vez mayor de la población se declara no creyente, con el aumento de la violencia en escuelas y campus universitarios, ¿cree que la filosofía consciente puede ganar atractivo en esas generaciones más jóvenes y escépticas? ¿Cómo?
Sí, creo que incluso más que en las generaciones mayores. Pienso que debemos tener cuidado al observar algunos de los incidentes que ocurren y que reciben mucha atención y cobertura por parte de los medios.
El titular habla del discurso de odio y de posiciones extremas, pero la tendencia y los datos demuestran que las generaciones más jóvenes están inspiradas por un propósito, mucho más que lo estaba mi generación. Son más conscientes de los problemas que existe en el mundo, y quieren ser parte activa de la solución a esos problemas.
Estadísticamente siempre habrá un porcentaje que no coincide, pero, en general, el ochenta y ocho por ciento de los jóvenes quiere tener un propósito y quiere trabajar en una empresa que tenga un propósito elevado.
Hay mucha evidencia en ese sentido, las personas más jóvenes son en muchos sentidos más inteligentes, su coeficiente intelectual ha aumentado en todo el mundo durante los últimos ochenta
años, por lo que la generación actual es la más inteligente, educada y enfocada, hasta ahora y están más integrados entre hombres y mujeres.
Creo que el verdadero desafío reside en que una parte significativa de la población en Estados Unidos piensa que el socialismo es mejor que el capitalismo. ¿Por qué? Porque han visto las desventajas del capitalismo y han crecido con padres que luchaban por sus carreras y lidiaban con el estrés, y esto es un peligro real, porque el socialismo no es la respuesta.
‘Los índices de productividad son mayores cuando una sociedad es más sana y feliz’
Sabemos la dirección de Venezuela y Cuba, y de todos esos países que están acostumbrados a tener capitalismo y luego giran en la otra dirección y esa, desde luego, no es la respuesta, pero refleja la frustración que tienen los jóvenes, y la solución está en elevar el capitalismo a otro nivel.
Necesitamos poder inspirar. Los jóvenes son más idealistas y la forma en que hablamos sobre los negocios y el capitalismo no apela a ese idealismo. No se inspira cuando el mensaje que se envía es que hay que hacer más y más dinero, por eso necesitamos pensar en una nueva narrativa sobre los negocios, y conseguir una nueva historia, un nuevo relato del capitalismo que sea inspirador, edificante, y que demuestre que los negocios pueden ser nobles, heroicos y bellos.
Vemos cómo los jóvenes quieren trabajar en organizaciones sin ánimo de lucro para ser parte de la solución. Intento explicarles que deben resolver el problema en el contexto de un negocio, porque eso lo hará más escalable y sostenible que una organización sin ánimo de lucro, donde siempre están buscando financiación y apoyo gubernamental, subsidios, etc.
La búsqueda debe empezar por encontrar un modelo de negocio que sea capaz de ayudar a resolver los problemas del mundo, al fin y al cabo, el propósito de los negocios es encontrar soluciones rentables a los problemas de las personas y el planeta. Debemos centrarnos más en las soluciones y en cómo podemos hacerlas rentables, de qué manera resolver problemas y crear riqueza financiera, que también es importante para la sociedad.
La sociedad no funciona sin las ganancias de un negocio, porque sin ellas no tenemos impuestos, no tenemos infraestructura ni salud pública.
Hace unos años creció un movimiento que denunciaba a los multimillonarios. En concreto, ante el hecho de que Ellon Musk fuese el hombre más rico del mundo, sugirieron que debería entregar su dinero para eliminar la pobreza y el hambre del mundo.
Musk les pidió que le mostraran el plan de negocios para erradicar el hambre y la pobreza, pero esto nunca llegó a producirse de cara a la opinión pública. ¿Cree que una redistribución de la riqueza es la solución?
Creo que hay dos dimensiones para esta pregunta: la primera es si esa cantidad de dinero realmente va a lograr erradicar la pobreza. Y no, no creo que sea cierto.
La economía global es de aproximadamente ochenta billones de dólares anuales en todo el mundo e incluso, si sumas algunos multimillonarios, llegará a unos pocos billones de dólares más. Si le das 1000 dólares a cada una de las personas pobres, y entregas un billón, podría afectar positivamente durante uno o dos meses.
La única manera de sacar a las personas de la pobreza es darles acceso a un trabajo digno. Los gobiernos pueden ayudar como hicieron durante el Covid-19, cuando la gente recibió ayudas del gobierno en Estados Unidos y en otros países del mundo.
Los gobiernos pueden ayudar en el corto plazo, pero no es una estrategia sostenible a largo plazo, por lo que, en última instancia, corresponde a las empresas sacar a las personas de la pobreza. Por este motivo, debemos fomentar la creación de nuevas empresas donde la gente no sólo busque empleo, sino que también ayude a crear nuevos empleos.
El problema más importante aquí, es que nuestro sistema permite a los individuos acumular tanta riqueza y poder, que luego pueden dictar políticas debido a su enorme capacidad de influencia, especialmente en los EE. UU., donde el lobby es legal y las contribuciones a las campañas pueden ser ilimitadas.
‘La única manera de sacar a las personas de la pobreza es darles acceso a un trabajo digno’
Este mecanismo según el cual las empresas utilizan el poder de los gobiernos para lograr una ventaja competitiva y obtener leyes que les sean favorables, no es capitalismo, lo llamamos ‘capitalismo’.
Los gobiernos deberían velar por el bienestar de la sociedad en su conjunto, sin embargo, en los últimos treinta años encontramos una combinación de capitalismo y democracia avanzada, y la relación entre los dos es importante.
El capitalismo debería servir a la democracia y estar del lado de la libertad y de las sociedades libres. El problema surge cuando la democracia comienza a servir al capitalismo porque los gobiernos quedan capturados por los intereses capitalistas.
La realidad es que, en la mayoría de los casos, el dinero que se acumula eventualmente se reinvierte en la sociedad. Por supuesto, que existen casos de familias que no comparten su riqueza y terminan generación tras generación, sin significado ni propósito, porque solamente tienen mucho dinero, pero si nos fijamos en Rockefeller,
Gates y tantos otros, eventualmente, le dan un buen uso a sus fortunas.
En mi opinión, es igualmente importante cómo ganar dinero, y cómo reinvertir el dinero: puedes ganar dinero causando sufrimiento a la gente y dañando el medio ambiente y luego se lo devuelves a organizaciones sin ánimo de lucro que están tratando de solucionar el problema que tú creaste.
El ejemplo de Musk es relevante, ya que ha aportado un gran valor al planeta y a la sociedad, ha creado la revolución del coche eléctrico, y ha hecho muchas cosas importantes. ¿Cuál es el valor que algunas de estas personas están creando?
Larry Fink, CEO de BlackRock, ¿ha sido influenciado por el movimiento Capitalismo Consciente? La carta enviada a inicios de año a las empresas en las que invierte pide ética y conciencia social.
Sí, lo ha sido y mucho. Me reuní con él en Nueva York y compartimos nuestras ideas. Ha utilizado el lenguaje del Capitalismo Consciente, y usado la frase Capitalismo Consciente en DAVOS y esas cartas que ha escrito a lo largo de los años han sido significativas.
Lo que está sucediendo en los últimos dos años, es que en Estados Unidos este tema se ha politizado y ahora hay un grupo en el partido republicano que critica muchas este movimiento llamándolo ‘capitalismo despierto’, por lo que están equiparando el Capitalismo Consciente con el capitalismo despierto.
‘Vivek Ramaswamy’, uno de los candidatos a las elecciones presidenciales, escribió un libro llamado ‘Woke Ink’ en el que viene a decir que los negocios sólo deberían consistir en ganar dinero y maximizar su retorno y eso es como retroceder 50 años en el tiempo. Para los republicanos en los estados que controlan, Texas y Florida por ejemplo, se han aprobado leyes que establecen que, compañías como Blackrock y otras en las que los factores del Capitalismo Consciente están integrados en la toma de decisiones, no se les permitirá hacer negocios en esos estados.
Actualmente, hay una reacción violenta contra este modelo de pensamiento, mucho mayor en Estados Unidos que en Europa.
Lo vinculo un poco en broma a la serie ‘Star Wars’ y el primer episodio se llama ‘El despertar de la fuerza’, básicamente, era la sociedad que despierta y es el despertar de la consciencia, y el segundo episodio se llamó ‘El imperio contraataca’, este tipo de movimiento emerge, pero luego, cuando comienza a ganar tracción y seguidores, el orden establecido lo ve como una amenaza y creo que eso es lo que está sucediendo ahora.
El imperio está contraatacando en Estados Unidos, quieren matar esta filosofía antes de que crezca demasiado y para conseguirlo lo están intentando todo. Están usando propaganda y están mintiendo. Nuestro futuro está en juego, probablemente para la humanidad, pero también para otras especies.
El episodio tres de la saga es ‘El regreso del Jedi’, y hay que estar comprometidos frente a esta oposición, y creo que esa es la fase por la que estamos pasando ahora mismo.
Al final, Larry Fink ya no utiliza el término ESG, no habla tanto sobre el cambio climático y espero que se trate de un ajuste táctico temporal. Pero espero que siga con su propósito, tal vez no usar algunas de las etiquetas que están provocando a la gente, sino seguir hablando de ello y cambiando conciencias.
En 2003, usted fue nombrado uno de los ‘cincuenta pensadores líderes en marketing’. Leí su explicación para diferenciar los negocios tradicionales y una organización de sanación. ¿En qué medida los cambios en la construcción de la oración se deben a sus habilidades de marketing? Y para ser precisos, ¿el marketing le ha ayudado a comunicarse de una manera que a usted como ingeniero le resultaría más difícil?
No sé si lo hice conscientemente, tal vez en un nivel subconsciente podría ser cierto, aunque tengo una relación de amor y odio difícil e incómoda con el marketing.
Me convertí accidentalmente en profesor de marketing. Elegí marketing en mi MBA en la India porque la elección era marketing o finanzas y no me gustaban las finanzas. Y luego entré en un programa de doctorado en Columbia y, de nuevo pasó y fue accidental porque no tenía intención de ser profesor.
Creo que veo el marketing de una manera más objetiva, desde una perspectiva externa, y que pude ver la manía que se le estaba cogiendo al marketing. Ese marketing agresivo, la cantidad de publicidad, la cantidad de cupones donde el noventa por ciento terminaba en la basura. Simplemente, me parecía una locura.
¿Cuánto gastamos y cuánto recibimos? No puedes escapar del marketing. Estás en el baño y hay un pequeño cartel con un anuncio, estás subiendo las escaleras y cada escalón tiene un anuncio, y así mi atención se centró en cuánto gastamos y qué obtenemos a cambio.
A lo largo de los años, me di cuenta de que estábamos gastando mucho, más de un trillón de dólares en 2004, que es más que el PIB de la India. Estábamos gastando en anuncios, cupones y correo basura en los EE.UU, para 300 millones de personas, cuando más de mil millones de personas vivían en la India, ¿y qué estamos ganando con esto? ¿Están los clientes mucho más contentos? ¿Vivimos en una sociedad más saludable?
‘Tengo una relación amor-odio difícil e incómoda con el marketing’
La respuesta es negativa, porque si el marketing significa que no es cierto, aparece una pérdida de confianza. Hemos visto cómo la gente se está volviendo obesa, con diabetes y trastornos alimentarios, campañas utilizando cuerpos de mujeres para vender productos, lo que lleva a trastornos alimentarios y depresión, dismorfia corporal en mujeres jóvenes y un largo etcétera.
Esto está creando una sociedad de consumo excesivo y pensamos que cuanto más compremos, más felices seremos y terminamos siéndolo menos. Esta mentalidad absolutamente materialista, es una desventaja para los clientes, los proveedores y la sociedad.
Mi trabajo académico se ha centrado en cómo reformar el marketing. Gran parte del trabajo trata sobre la ética del marketing, la eficacia, la productividad, lo que gastamos y lo que obtenemos, y esto, en última instancia, me llevó a la investigación resultante sobre el Capitalismo Consciente.
El libro llamado ‘Fuerzas del aguante’ se llamó originalmente ‘Malas prácticas de marketing’, luego se llamó ‘La vergüenza del marketing’, frase utilizada por Peter Kotler. Estuve analizando todas las formas en que me sentía avergonzado del marketing, porque causaba más mal que bien, y aquí estoy, un profesor de marketing.
Ahora la pregunta es:
¿Existe una mejor manera de hacer marketing? No se puede comprar el amor con publicidad y cupones, el amor y la confianza se ganan. Entonces, ¿cuáles son las empresas que hacen eso y no gastan mucho dinero en promoción y publicidad?
Eso me llevó a buscar a estas empresas, y así encontré Whole Food, Patagonia y muchas otras, que no solo eran amadas por los clientes sino también eran amadas por los empleados y las comunidades.
Mi relación con el marketing ha sido incómoda, porque veo que cualquier cosa puede usarse para la conciencia superior o la conciencia inferior. ¿Qué es el marketing de conciencia superior? Es aquel cuyo foco está en la calidad de vida, en el bienestar de los clientes.
‘No se puede comprar el amor con publicidad y cupones, el amor y la confianza se ganan a diario’
No se trata de vender tantas cosas como sea posible, no se trata de maximizar la cuota de mercado y, en última instancia, no son estas las métricas para valorar el éxito. Al contrario, medimos si estamos mejorando la vida de las personas, si estamos resolviendo problemas, si ayudamos a nuestros clientes a ser más saludables física, mental y espiritualmente.
Entonces, si empiezas a verlo de esa manera, el marketing puede convertirse en una gran herramienta, como cualquier profesión, con una conciencia superior
A partir de este pensamiento escribí un libro, llamad ‘Las cuatro A del marketing, creación de valor para los clientes, las empresas y la sociedad’, que abordaba específicamente todas las críticas al marketing que yo y otras personas hacíamos y que eran: que recaudamos dinero, que somos ineficientes, que somos ineficaces porque tratamos de convencer a la gente para que
haga cosas que pueden no ser lo mejor para ellos y, a menudo, no somos éticos.
Entonces, lo novedoso, es que está vinculado a la creación de valor.
Durante los encuentros en Davos se publica una lista con las mejores aptitudes para las nuevas generaciones y los trabajos del futuro. Hace unos años, la lista estaba integrada por el análisis de datos, la ingeniería, las matemáticas, y estas capacidades han sido recientemente sustituidas por la empatía, la compasión, la capacidad de comunicación y hablar en público. ¿Diría usted que el marketing estratégico y el marketing con propósito serán una buena capacidad para las generaciones venideras?
Yo diría que sí. El marketing es una forma de mejorar la vida de los clientes, haciéndoles conscientes de las diferentes y mejores alternativas que existen para resolver sus problemas y mejorar sus vidas.
En el Capitalismo Consciente tenemos esta hermosa filosofía que puede resolver los problemas que tienen las empresas y la sociedad, pero nunca hemos hecho marketing. Nunca pagamos por espacio en los medios o las redes sociales.
La semana pasada estuve en una llamada con una persona de ‘Evonomics’, que es la evolución de la economía, y él ha utilizado muy estratégicamente la publicidad en ‘Facebook’, lo que al final ha creado un efecto viral, y pasó de 10 mil seguidores a treinta millones de impresiones, pero eso es porque pudieron llegar a personas interesadas.
Podemos ver la comunicación como un servicio a la sociedad, presentar algunos productos nuevos que no sabían que existían y que pueden cambiar sus vidas.
‘La tecnología no es inmoral, es amoral. La herramienta en sí, puede usarse para cualquier propósito’
Todas estas son herramientas poderosas. Yo solía hacer un análisis entre marketing y medicina: un buen médico no es aquel que recomienda a un paciente estar bajo determinada medicación por el resto de su vida.
Un buen médico es el que dice que por un tiempo debes tomar este medicamento (que equivale a un cupón de una publicidad específica), pero luego te prepara lo suficientemente bien como para que no necesites el medicamento. Marketing, es lo mismo.
Si hacemos que la gente dependa de nuestros medicamentos necesitaremos gastar 3 mil millones de dólares en publicidad, para que todos en el planeta conozcan la marca y prueben el producto, y para eso necesitamos hacer todo el ruido, y eso no es agregar valor.
Es importante utilizar el marketing cuando se trata de comercializar un producto o un servicio que es bueno para el mundo. Tener un buen negocio que esté generando un impacto positivo es la nueva marca. En primer lugar, el negocio tiene que ser hermoso, y el trabajo del marketing consiste en amplificarlo al mundo.
Hágale saber a la gente, no desde la perspectiva agresiva de la venta, sino haciéndoles saber que este es un producto que puede interesarle. El mejor marketing es el marketing gratuito, que proviene del boca a boca positivo.
En un momento de disrupción general como el que vivimos, en el que la tecnología nos impacta e influye de manera notoria, ¿Cómo ve la Inteligencia Artificial o el Chat GPT? ¿Son estas tecnologías una oportunidad o un riesgo?
Cada nueva herramienta, cualquier nueva tecnología, es una espada de doble filo, por lo que puede crear el bien o puede usarse para hacer daño. ¿Cuál de esas dos cosas sucede? depende de la conciencia de los usuarios y de los desarrolladores.
Las redes sociales son un buen ejemplo, son una herramienta increíblemente poderosa, nos permite comunicarnos entre nosotros y compartir nuestras vidas, pero cuando los algoritmos subyacentes están orientados a maximizar su tiempo de consumo y alimentar las ansiedades, inseguridades y miedos, entonces se convierte en una fuente de sufrimiento.
La tecnología no es inmoral, es amoral. La herramienta en sí, puede usarse para cualquier propósito, podemos usar la tecnología nuclear para generar energía limpia o podemos usarla para destruir. Por lo tanto, la Inteligencia Artificial tiene que utilizarse como una manera de aumentar las capacidades humanas.
Hay trabajos que los humanos nos vemos obligados a realizar y que utilizan sólo una fracción de nuestra capacidad. La tecnología puede erradicar el trabajo sin sentido, si la tecnología puede hacerlo mejor, más rápido y más barato, entonces como seres humanos, deberíamos encontrar algo que aporte más valor.
Creo que las posibilidades son tremendas. La gente está viviendo los últimos cambios con tanta rapidez que nos resulta difícil asimilarlos y comprenderlos, y las consecuencias aún están por verse.
Los desarrolladores de la tecnología deben tener conciencia de que el objetivo principal debe ser elevar y florecer no sólo para los seres humanos sino para toda la vida en este planeta.
¿Se considera a sí mismo un optimista?
Me considero idealista y optimista.
Puedes ser un idealista y un cínico, así como un cínico es un idealista decepcionado. Soy idealista y optimista porque veo el impacto que pueden tener los negocios, veo el impacto que pueden tener las ideas, veo los cambios que se están produciendo, el despertar que puede ocurrir, y sobre todo veo a las nuevas generaciones que están en mayor armonía.
Veo también la elevación y el ascenso de las mujeres en el mundo como un factor significativo que traerá más conciencia, más atención y más empatía, más inclusión y compasión al mundo. Nosotros, como seres humanos, estamos haciendo una transición.
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