
La broma es una parte fundamental de las interacciones humanas. Esta conducta está basada en la inteligencia social, la capacidad de anticipar acciones futuras y la habilidad para reconocer las expectativas de los demás. Pero no son los únicos animales capaces de hacerlo. Un equipo internacional de biólogos y primatólogos ha documentado 18 comportamientos de burla distintos en simios como gorilas, chimpancés, bonobos y orangutanes.
Un estudio publicado en la revista ‘Proceedings of the Royal Society B’ revela que, en el caso de los simios como gorilas, chimpancés, bonobos y orangutanes, no solo contamos con una genética y pasado evolutivo parecido, sino con las mismas conductas bromistas.
El equipo analizó diferentes intracciones sociales espontáneas mientras observó las acciones, los movimientos corporales y las expresiones faciales del animal que hacía la broma, y cómo respondían a su vez las víctimas de sus burlas.
Los expertos también evaluaron la intencionalidad de la burla al buscar pruebas de que el comportamiento se dirigía a un objetivo específico, de que persistía o se intensificaba y de que los individuos que usaban esta provocación esperaban una respuesta al respecto. Así, identificaron 18 tipos de burla distintos, muchos de ellos con el fin de provocar una respuesta o, al menos, atraer la atención del objetivo.