Una red global de granjas urbanas cercanas a las comunidades y amigables con el medio ambiente. Infarm cultiva una amplia gama de productos de primera calidad durante todo el año. Verduras que consumimos a diario, sin viajar miles de kilómetros, reduciendo así el impacto de la huella de carbono. Un futuro brillante para nuestras plantas y nuestro planeta.
Por ARANTZA DE CASTRO Fotografía INFARM
Apasionados por ser autosuficientes y comer mejor, Osnat Michaeli y los hermanos Erez y Guy Galonska crearon Infarm en Berlín en 2013. Comenzaron cultivando sus propios alimentos, disfrutando de todo el sabor y los nutrientes, sin pesticidas químicos ni kilómetros de transporte.
Con el objetivo de compartir las bondades de los productos de cosecha propia con todo el mundo, desarrollaron un sistema de agricultura modular inteligente que permite la distribución de granjas verticales en todo el entorno urbano, cultivando productos frescos en prácticamente cualquier espacio disponible y satisfaciendo prácticamente cualquier demanda del mercado.
Plantas sin sorpresas desagradables, como molestos pesticidas, frescos y vivos (incluyendo sus raíces), que se cultivan bajo demanda. La pasión por el cultivo de sus propios alimentos, de la manera más sostenible posible, y la misión de reivindicar la forma en que lo logran son sus leitmotivs. ‘Nos vemos como un catalizador que empuja los límites de la agricultura para resolver el problema de alimentar a la población mundial’, señalan desde la compañía.
Hoy, con investigación y desarrollo de vanguardia, tecnologías patentadas y un equipo multidisciplinario líder, Infarm está desarrollando una red agrícola mundial que ayuda a las ciudades a ser autosuficientes en su producción de alimentos, al tiempo que mejora significativamente la seguridad, la calidad y la huella ambiental de sus alimentos.