Opiniones
Conoce las opiniones de los optimistas comprometidos
Son tiempos de gran confusión, de noticias que, en lugar de esclarecer, ensombrecen, de revisión acelerada, de deshumanización, de confrontación y violencia.
Tiempos de artificio y de olvido, de miedo y menosprecio a la inmensa capacidad humana.
A la pandemia COVID-19 le han sucedido grandes catástrofes naturales y alteraciones ecológicas, algunas de carácter irreversible.
Y guerras muy patentes se han añadido a las ‘ocultas’; la brecha social a escala mundial se ha ampliado más todavía, y miles de migrantes reclaman sin cesar, trasladándose y viviendo en condiciones humanamente inaceptables, que la gobernanza mundial les atienda, cumpliendo plenamente el principio esencial de la igual dignidad.
Y al igual que el veto de los cinco vencedores de la II Guerra Mundial en el caso de las Naciones Unidas, que las inhabilitaban para la toma de decisiones desde su origen, ahora es la Unión Europea, por el absurdo requerimiento de la unanimidad —la unanimidad es la antítesis de la democracia— la que no puede ejercer el papel esencial que le correspondería, dejando al mundo en su conjunto en manos de la razón de la fuerza y de ‘democracias’ impropias.
El actual ‘desorden mundial’ requiere de forma inaplazable la construcción, hasta ahora inimaginable, de un nuevo sistema multilateral democrático.
La adopción de una ‘Declaración Universal de Democracia’ podría ser el gran referente mundial para esta renovación crucial de la gobernanza global.
‘Los seres humanos no estamos en el mundo sino que somos el mundo’, ha subrayado Emilio Lledó en el excelente capítulo de ‘Educación para la democracia’,
de su libro ‘Identidad y amistad’:
‘La mirada humana’, escribe, ‘es visión e interpretación.
Una visión que puede entender lo que ve (…).
La posibilidad de entender tiene que alimentarse continuamente de libertad y luz (…).
La luz de la palabra es lo que crea el universo de lo humano’.
Repito aquí dos conceptos que me parecen esenciales para un nuevo comienzo: deber de memoria y delito de silencio.
José María Lassalle, en un artículo sobre Inteligencia Artificial (IA) escribía:
‘Nos adentramos en un escenario en el que las externalidades negativas que puede liberar la IA.
Si no se desarrolla dentro de un marco regulatorio adecuado, puede llevarnos a la distopía, la exclusión y la desigualdad.
La Comisión Europea aprobó el 19 de febrero de 2020 un Libro Blanco sobre IA en el que se diseña una con bases éticas centrada en el ser humano.
Se trata de una propuesta que busca perfeccionar la democracia y el mercado, sin renunciar a la autonomía responsable de los ciudadanos y de los consumidores’.
¡Por fin la democracia genuina, en el timón de la nave Tierra!
Para marginar a los grupos plutocráticos de la gobernanza mundial y poder hacer frente a desvaríos inadmisibles, como el del magnate Elon Musk, que ha anunciado que ‘en seis meses pondría un chip en el cerebro humano’.
‘Nosotros, los pueblos’ no consentirán la deshumanización, la pérdida de la libertad y la creatividad, los dos grandes pilares de la
especie humana.
Se acercan momentos críticos, pero también grandes oportunidades para los cambios impostergables, para un nuevo comienzo, para mirar hacia adelante con esperanza.•
_________________
FEDERICO MAYOR ZARAGOZA, presidente de la Fundación Cultura de Paz, exdirector general de la UNESCO.
Sin disminuir ni un ápice la responsabilidad de Putin, debemos reflexionar con apremio y firmeza sobre las causas de esta guerra.
Debemos preguntarnos por qué Europa, que debía tener un papel cualitativo muy relevante a escala mundial, no ha figurado como interlocutor, absorbida por la OTAN, que se extiende hacia el este y habla en nombre de la ciudadanía europea.
Deber de memoria.
Acabamos de comprobar la irrelevancia de las Naciones Unidas, porque 196 países están a merced de la voluntad de cinco.
Y también la irrelevancia de la Unión Europea, que debe adoptar decisiones por unanimidad, lo que se traduce en 27 vetos, porque la unanimidad es la antítesis de la democracia.
Y por ello resulta que no es Europa sino la OTAN la que se expresa en su lugar.
Todas las crisis pueden convertirse en oportunidades de cambio.
La crisis actual, originada por la razón de la fuerza, puede convertirse en impulso de un gran movimiento mundial. en favor de la fuerza de la razón, de la mediación, de la palabra, de un multilateralismo democrático a escala mundial, que permita, cuando ya se apuran las posibilidades de acción ante amenazas globales irreversibles, la puesta en marcha efectiva de la Agenda 2030 y de los Acuerdos sobre Cambio Climático.
No podemos seguir abducidos por el inmenso poder mediático ‘arma de distracción masiva’, según acertada definición y advertencia de Soledad Gallego.
Nunca más espectadores, sino actores para la gran transición desde una cultura de imposición, dominio, violencia y guerra a una cultura de encuentro, diálogo, conciliación, alianza y paz.
Deber de memoria para la acción resuelta.
Delito de silencio.
Ha llegado el momento de una gran coalición global, liderada por las mujeres y la juventud, en favor de la paz y la no violencia.
La resolución de los conflictos en el contexto de un multilateralismo democrático que desplace la gobernanza de los G6, G7, G8 y G20.
Coalición mundial para la gran transformación de la fuerza a la palabra, reformando a las Naciones Unidas mediante una nueva composición de la Asamblea General.
Incluiría de verdad a ‘los pueblos’ con un 50 % de representantes de la sociedad civil, que se añadirían a los representantes (el otro 50 %) de los Estados, y donde el veto sería sustituido por porcentajes bien ponderados y equilibrados.
‘Nosotros, los pueblos’ para, ahora sí, poder mirar a los ojos de nuestros descendientes y decirles que no les dejaremos un planeta con la habitabilidad deteriorada.
Que las ojivas nucleares serán inmediatamente eliminadas; que los paraísos fiscales desaparecerán y los ingentes medios dedicados hoy a la defensa territorial también tendrán en cuenta la seguridad humana -alimentación, agua, salud, educación, cuidado del medio ambiente- de quienes habitan estos territorios tan bien protegidos.•
_________________
FEDERICO MAYOR ZARAGOZA, presidente de la Fundación Cultura de Paz, exdirector general de la UNESCO.
El confinamiento por la Covid-19 ha sido aleccionador. Y ahora es imperativo no olvidar.
Y darnos cuenta de que ha llegado el momento de participar, de escuchar y conciliar, de actuar, de construir un futuro distinto, de sobreponernos al inmenso poder mediático.
Considerándolo como una terrible ‘arma de distracción masiva’, según la afortunada expresión de Soledad Gallego.
Por fin, la voz de los pueblos.
Ya todos somos iguales en dignidad, sea cual sea el género, la ideología, la creencia, la etnia.
Por fin, la voz de los pueblos tiene en sus manos las riendas de la gobernanza mundial, cautivas hoy en las de unos grupos plutocráticos (G-6,G-7,G-8,G-20), dependientes a su vez de los inmensos consorcios que, a escala global, nos dominan y condicionan.
Los mismos gigantes tecnológicos que nos han permitido expresarnos libremente nos impiden ahora poder hacerlo para reconducir las
sombrías tendencias presentes.
Tendremos que vivir muy despiertos y diligentes para que los tiempos de la ‘nueva normalidad’ no sean la ‘normalidad’ de antes.
Debemos leer y releer, oír y oír de nuevo, los preciosos versos de Mario Benedetti en Cuando la tormenta pase:
‘Y entonces recordaremos todo aquello que perdimos / y de una vez aprenderemos / todo lo que no aprendimos’.
Por primera vez en la historia, las amenazas son globales y algunas potencialmente irreversibles.
Conozco muy bien lo que significa la más terrible expresión:
‘Ya no tiene remedio’ porque en 1967 inicié los análisis en neonatos para el diagnóstico de enfermedades metabólicas que, si no se tratan a tiempo, afectan de tal modo el funcionamiento neuronal, que se produce una grave discapacidad sin retorno.
Es en salud y en los procesos irreversibles, en los que deben invertirse buena parte de los desorbitados fondos que hoy se dedican a la defensa territorial.
Mientras los habitantes de estos territorios tan bien protegidos carecen de alimentos, de agua potable, de servicios de salud de calidad, de medios educativos…
No me canso de repetir que es intolerable que cada día mueran de hambre miles de personas, la mayoría niñas y niños de uno a cinco años de edad, al tiempo que se destinan más de 4000 millones de dólares a armas y gastos militares.
Es moralmente exigible un nuevo concepto de seguridad que permita pasar de la razón de la fuerza a la fuerza de la razón.
Y es que la paz es el reflejo del comportamiento cotidiano, de una educación que permita a todos aprender a ser:
‘Libres y responsables’ como establece el Articulo I de la Constitución de la Unesco.
Poder ejercer plenamente las facultades distintivas de la especie humana: pensar, imaginar, anticiparse, innovar,
¡crear!.
Cada persona capaz de expresar sus propias opiniones y no actuar al dictado de nadie, ni seguir directrices dogmáticas, fanáticas, supremacistas…
Se trata de cambiar uno mismo para entrar en la nueva era.
La que ya podrá ponerse en práctica la gran fórmula, entonces prematura, de Franklin Delano Roosevelt al final de la Segunda Guerra Mundial, plasmada en el inicio de la Carta de las Naciones Unidas:
‘Nosotros, los pueblos,… hemos resuelto evitar a las generaciones venideras el horror de la guerra’… (sic) •
_________________
FEDERICO MAYOR ZARAGOZA, presidente de la Fundación Cultura de Paz, exdirector general de la UNESCO.
El futuro ya está aquí.
Constituye una responsabilidad ineludible y apremiante atajar el progresivo deterioro de las condiciones ecológicas, de la habitabilidad de la Tierra.
‘¡Implicaos!’
Fue el grito –mensaje final de Stephan Hessel. ‘Tendréis que cambiar de rumbo y nave’, apostilló José Luis Sampedro.
Pues bien, ha llegado el momento en que, por fin, los jóvenes están levantando la voz y se están implicando.
Podemos sentirnos esperanzados porque el cambio de ‘rumbo y nave’ está empezando.
Ante este momento de inflexión histórica que estamos viviendo, me viene a la memoria mi encuentro con Indira Gandhi a principios de los años 80 con motivo de la presentación del programa de ‘Investigación y necesidades humanas’ que la UNESCO iba a iniciar en Madrás.
Me pidió que la acompañara mientras pasaba entre hombres, mujeres, niños y niñas sentados en el suelo que le presentaban sus peticiones en pequeños manuscritos.
Al terminar este contacto con su gente –dicen que los leía con detenimiento y procuraba atender las peticiones que le formulaban- mantuve una larga entrevista con ella.
Al final, me dijo: ‘Me parece muy interesante la reunión que van a tener y los programas que están desarrollando.
Creo que, efectivamente, es el conocimiento el que puede resolver la mayor parte de los problemas.
Pero, por favor, envíeme una solución después de la reunión en Madrás porque -exclamó sonriendo- de diagnósticos, por certeros que sean, voy ya muy sobrada’.
Nunca deberíamos olvidar lo que me dijo Indira Gandhi aquel día.
Porque lo que se necesitan, ciertamente, son soluciones y pasos hacia el diseño del nuevo mundo que anhelamos.
Es por eso que el clamor de los jóvenes que estamos empezando a oír es tan importante.
Basta ya de palabras, es tiempo de acción. Es tiempo de soluciones. No más ‘diagnósticos’.
Es tiempo de ejecutar sin dilación la Agenda 2030 y los 17 ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) adoptados por las Naciones Unidas en noviembre de 2015 y los Acuerdos de París, el mismo otoño, para luchar contra el cambio climático y los procesos irreversibles que comporta.
Es el momento de dejar de ser espectadores y pasar decididamente a ser actores de nuestra vida y de oír a los científicos y fiarnos de ellos para adaptar nuestro comportamiento cotidiano, nuestro estilo de vida con los medios de transporte adecuados, con fuentes renovables de energía y, sobre todo, con un nuevo concepto de seguridad que reduzca al mínimo los inmensos gastos militares y de armamento, pudiendo hacer las inversiones necesarias para el cuidado de la Tierra y para las grandes prioridades, propias de un desarrollo global sostenible y humano: alimentación, agua, salud, medio
ambiente, educación y paz.
El otro mundo posible que anhelamos y merecemos es hoy, todavía, posible.
La movilización ciudadana debe llenarnos de esperanza. •
_________________
FEDERICO MAYOR ZARAGOZA, presidente de la Fundación Cultura de Paz, exdirector general de la UNESCO.
Da la impresión de que predominan los asesinos, dementes, desvergonzados, haraganes, corruptos… cuando, por fortuna, predominan los seres humanos solidarios, generosos, que se desviven por atender a los demás.
Múltiples malos ejemplos que se divulgan a los cuatro vientos cuando los más numerosos buenos ejemplos permanecen en los grandes ámbitos de lo silenciado.
Cuando se comunica lo extraordinario, lo insólito, lo que no tiene lugar habitualmente -que por esto es ‘noticia’- se debería acto seguido indicar cuál es la incidencia, qué grado de alarma social conllevan, qué atención ciudadana merecen.
Cuando, por ejemplo, leo o veo sucesos escolares muy poco edificantes, pienso que hay más de ochocientos mil docentes en España y unos diez millones de alumnos en los distintos grados, la mayoría de los cuales observan una conducta apropiada y, con frecuencia, excelente.
En consecuencia, debe destacarse la excepcionalidad de los acontecimientos que se cuentan o su trascendencia porque, de otro modo, progresivamente sólo interesa y preocupa el estado del músculo abductor que permitirá o no que tal futbolista pueda intervenir en la próxima contienda.
En resumen: además de las ‘noticias’ sobre desastres, asesinatos, catástrofes…comuniquen, por favor, informaciones sobre hechos que pongan de manifiesto la inmensa bondad que anida, por fortuna, en tantas personas…y aquellos que resultan en beneficio de toda la humanidad.
Hace tan sólo unos días expusimos, con gran alegría, la prevención -que siempre es la mayor victoria- de enfermedades metabólicas en el neonato gracias a la ‘prueba del talón’.
Estas alteraciones moleculares, si no se detectan y tratan a tiempo, originan un gravísimo deterioro neuronal irreversible.
En las últimas cinco décadas se han evitado estas discapacidades en más de cinco mil personas, que viven con total normalidad.
Que los medios de comunicación ponderen el valor de la prevención, que insistan en la importancia de invertir en salud y bienestar, en un nuevo concepto de seguridad que permita evitar o aminorar el efecto de las catástrofes naturales o provocadas, que exalte las actividades de tantos voluntarios que mitigan sufrimientos ajenos.
Sí, por favor: ¡dennos también buenas noticias! •
_________________
FEDERICO MAYOR ZARAGOZA, presidente de la Fundación Cultura de Paz, exdirector general de la UNESCO.
‘El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado que volverá a enviar astronautas a la Luna 45 años después.
El objetivo de regresar a la Luna supone un giro en la política espacial estadounidense(…).
Esta decisión de Trump, una vez más, es reprobada internacionalmente y goza de una baja popularidad en Estados Unidos (Diario Público)’.
Detrás de esta nueva ‘ocurrencia’ del Presidente Trump están inmensas cantidades de dinero que se invertirán en hacer posible este ambicioso proyecto.
¡Sí en lugar de llegar a la Luna llegásemos a los que sufren las consecuencias de catástrofes naturales o provocadas!
Las urgentes necesidades en materia de salud, nutrición, justicia, educación de la mayor parte de las personas se postergarán una vez más.
Quedarán supeditadas al brillo de un gobierno y de quienes, en su propio país o fuera de él, no alcanzan a ver las consecuencias de no mirar alrededor y hacia delante.
Y de no aprender las lecciones del pasado.
Si Estados Unidos conociera mejor las Naciones Unidas, que están en la misma isla de Manhattan, y lideraran el establecimiento de este marco ético-jurídico que con tanto apremio necesita hoy la humanidad, integrando en el Sistema de las Naciones Unidas el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la Organización Mundial del Comercio…
En caso que decidieran adherirse sin más demora al Tribunal Penal Internacional:
Y de esta forma, se dieran cuenta de inmediato que la justicia a escala mundial requiere una particularísima atención.
Pero si decidieran continuar en la UNESCO…
La mayoría de los habitantes de la Tierra aguardan aún que desde el barrio de la abundancia de la aldea global se de la ansiada orden de ‘Misión, la Tierra’.
Pero, desgraciadamente, una vez más, no será así.
Como ciudadano del mundo conozco los desafíos mucho más perentorios para las condiciones de vida de la especie humana que quedarán desatendidos.
He tenido ocasión de conocer de cerca muchos de los rincones del planeta y admirar la grandeza creadora que anida en la infinita diversidad de sus habitantes, y he procurado contribuir a aliviar la situación en que viven (y mueren) tantos habitantes de la Tierra, que esperaban todavía que los pueblos más prósperos volvieran, por fin, los ojos hacia ellos.
Estamos ante gravísimas amenazas a la habitabilidad de la Tierra y son precisas acciones decididas con firmeza y a tiempo.
Mirar en estos momentos tan sombríos hacia la Luna puede situar a Estados Unidos, indebidamente, muy lejos del corazón de la mayoría de los ciudadanos del mundo. Que no se aleje más. Para ello bastaría con que se tuviera la visión y el coraje de proclamar:
‘¡Misión: la Tierra!’. •
_________________
FEDERICO MAYOR ZARAGOZA, presidente de la Fundación Cultura de Paz, exdirector general de la UNESCO.
Los grandes poderes actuales siguen pensando que la fuerza militar es la única expresión y referencia de ‘seguridad’.
Gravísimo error, costosísimo error que se ocupa exclusivamente de los aspectos bélicos y deja totalmente desasistidos otros múltiples aspectos de la seguridad ‘humana’ que es, en cualquier caso, lo que realmente interesa.
Observamos los arsenales colmados de cohetes, bombas, submarinos, aviones y barcos de guerra.
Y volvemos la vista hacia los miles de seres humanos que mueren de hambre cada día o hacia los que viven en condiciones de extrema pobreza sin acceso a los servicios de salud adecuados y contemplamos consternados el deterioro progresivo de las condiciones de habitabilidad de la Tierra, conscientes de que debemos actuar sin dilación porque se está llegando a puntos de no retorno en cuestiones esenciales del legado intergeneracional.
Cuando nos apercibimos de la dramática diferencia entre los medios dedicados a potencia-les enfrentamientos y los disponibles para hacer frente a recurrentes catástrofes naturales (incendios, inundaciones, terremotos, tsunamis,…) constatamos, con espanto, que el concepto de ‘seguridad’ que siguen promoviendo los grandes productores de armamento es no sólo anacrónico sino altamente perjudicial para la humanidad en su conjunto y se precisa, sin demora, la adopción de un nuevo concepto de ‘seguridad’, bajo la vigilancia atenta e implicación directa de las Naciones Unidas.
¿Quién se acuerda de Haití? ¿Y de Ecuador?
Cuando admiramos la heroica actuación de unos expertos bomberos y unos cuantos helicópteros y avioncitos en La Palma recordamos la ‘plenitud’ del F-16 y F-18, de los misiles y escudos antimisiles, de los portaaviones y las naves espaciales.
Cuando seguimos las acciones admirables que llevan a cabo tanta gente y voluntarios para rescatar a algunas personas todavía vivas después de un terrible seísmo, sentimos el deber ineludible de alzar la voz y proclamar, como ciudadanos del mundo, que no seguiremos tolerando los inmensos daños, con frecuencia mortales, que sufren por tan-tas otras modalidades de ‘inseguridad’ quienes -una gran mayoría- no se hallan protegidos por los efectivos militares.
La seguridad alimentaria, acceso a agua potable, servicios de salud, rápida, coordinada y eficaz acción frente a las situaciones de emergencia. Es esta y no otra la seguridad que ‘nosotros, los pueblos…’ anhelamos y merecemos. •
_________________
FEDERICO MAYOR ZARAGOZA, presidente de la Fundación Cultura de Paz, exdirector general de la UNESCO.
He llamado varias veces la atención sobre el reiterado incumplimiento de los principios tan lúcidamente expuestos en la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (2000).
Desprovista de liderazgo, la Unión Europea no sólo es incapaz de adoptar las medidas apropiadas en tiempo oportuno sino que, además, consiente la aparición inquietante de brotes de xenofobia y discriminación clasista.
Con gran forcejeo y aspavientos, la Europa monetaria –tan generosa con instituciones financieras a la deriva- ha prometido abonar en tres años una cantidad que sonroja e indigna.
Cuando se compara con los fondos destinados a pagar la ‘deuda’, con la evasión fiscal, con lo aportado a un sólo banco en España.
Con las inversiones en armas y gastos militares (3.000 millones de dólares al día), con las multimillonarias fortunas de algunos magnates ‘cuya mano se cierra opaca’, en versos de José Ángel Valente.
Digamos las cosas claras.
Digamos cuál es la situación de los paraísos fiscales, cuál es la realidad para poder transformarla.
¿Quién invadió Irak basado en la mentira?
Miles y miles de muertos y mutilados, miles de desplazados que han ido germinando en algunos casos –menos de los que sería de esperar- animadversión y hasta odio.
¿Quiénes han resuelto sin orden ni concierto los resultados de la ‘primavera árabe’?
La Unión Europea debe de ser una unión política, social y económica y es solamente una unión monetaria.
¿Quiénes y por qué deciden reducir, hasta anular prácticamente, la ayuda al desarrollo con el fin de prevenir los flujos migratorios forzados por el hambre y la pobreza extrema?.
Los ciudadanos europeos han sido espectadores impasibles de tanta incompetencia.
Pero estoy seguro de que ahora
‘Nosotros, los pueblos’
no podremos seguir mirando a los ojos a estos niños tristes, angustiados y perplejos que suscitan emociones y despiertan consciencias.
En poco tiempo, se alzará un gran clamor popular para que se produzca un cambio radical en las conductas de la Unión Europea.
Problemas globales requieren instituciones globales.
Situaciones sin precedentes –como ha dicho Amin Maalouf- requieren soluciones sin precedentes.
2016 se ha declarado año internacional del ‘desarme para el desarrollo.
Con lo que se gasta en muy pocos días en armas y gastos militares podrían resolverse muchos problemas que hoy acucian al mundo entero sin que se afectara la seguridad a escala internacional.
Sería posible la transición de una economía de especulación.
Deslocalización productiva y guerra a una economía de desarrollo sostenible y humano a escala planetaria, basada en el conocimiento.
Una transición desde una cultura de imposición, dominio y violencia a una cultura de encuentro, conciliación, alianza y paz.
Tengamos en cuenta, no me canso de reiterarlo, que actualmente pueden alcanzarse puntos de no retorno y que, por tanto, es apremiante actuar resueltamente.
De tal modo que sean los derechos humanos y los principios éticos y democráticos los que guíen la acción en estos momentos, que son, a la vez, de profunda consternación y de esperanza.
Y es que, por primera vez en la historia, en estos albores de siglo y de milenio no sólo se podrá oír progresivamente la voz de todos los seres humanos sino que deberá escucharse. •
_________________
FEDERICO MAYOR ZARAGOZA, presidente de la Fundación Cultura de Paz, exdirector general de la UNESCO.
Las comunidades científica, académica, artística, intelectual, en suma, no pueden permanecer impasibles ante la gravedad del momento a escala mundial, regional y nacional.
Hace años, la empresa Exxon Mobile reaccionó frente al anuncio de la Academia de Ciencias de los Estados Unidos de que no sólo las emisiones de anhídrido carbónico eran excesivas sino que su recaptura disminuía progresivamente por el deterioro del
fito plancton oceánico, creando una fundación que, con pseudocientíficos a sueldo, proclamaba lo contrario, como convenía a sus formidables beneficios. Al final, al cabo de varios años, se descubrió la mentira y fue publicada con toda extensión en la revista Newsweek (‘The Truth of Denial’).
No pasó nada.
Ahora que ya podemos expresarnos libremente, y alzar la voz y el grito, ante la acción consciente de una gran empresa alemana, la Volkswagen, que contamina en lugar de procurar reducir los efectos de la combustión, poniendo un ‘software’ trucado en los motores de los automóviles que produce… silencio.
Y la UE, en lugar de castigar como se merece esta vileza, ‘cierra filas’ en Alemania sin que se alce la voz indignada de los ciudadanos europeos.
Ante los horrendos desmanes del llamado ‘estado islámico’ y la descoordinada acción frente al fanatismo extremo, debido a la ausencia de un multilateralismo democrático y eficaz, que el neoliberalismo sustituyó por grupos plutocráticos (G7, G8, G20) totalmente ineficientes… silencio.
Ante el horrendo sufrimiento de los emigrantes y refugiados: silencio. Ante las políticas neoliberales que incrementan las brechas sociales: silencio.
Ante la subordinación de la justicia social a los mercados: silencio.
‘No debemos mantenernos ajenos a los grandes problemas de nuestro tiempo’, decía el pasado día 30 de septiembre la Decana de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid, profesora Yolanda Valdeolivas.
‘La universidad debe reflejar fielmente a la sociedad.
No debemos conformarnos en esperar acontecimientos, porque forma parte esencial de nuestra responsabilidad inspirarlos, originarlos o evitarlos.
El proceder universitario debe ser libre, crítico y creativo’.
Sí: no podemos seguir callados.
Ni un día más sometidos a los mercaderes, ni un día más aceptando la gobernanza de grupos plutocráticos, ni un día más indiferentes ante el genocidio cotidiano de miles de personas, la mayoría de ellas niños y niñas, al tiempo que se invierten más de 3000 millones de dólares en armas y gastos militares.
Los seres humanos ya pueden expresarse libremente, ya saben lo que sucede, ya la mujer, piedra angular de la nueva era que se avecina, ocupa un papel importante, no mimético, en la toma de decisiones.
Pero los clamores populares requieren catalizadores, promotores, que encaucen, promuevan y den seguimiento a la voz de la gente.
Entonces habrá ‘democracia auténtica’, entonces habrá una clara distinción entre lo urgente, lo importante y lo secundario.
El tiempo de la sumisión y de la indiferencia ha terminado.
Delito de silencio.
_________________
FEDERICO MAYOR ZARAGOZA, presidente de la Fundación Cultura de Paz, exdirector general de la UNESCO.
El ideario de la izquierda no encaja en la Europa de la austeridad, destaca ‘El País’ en primera página (6 de julio de 2014).
La austeridad dictada por la Sra. Merkel y los Merk-ados, que han tenido la desfachatez de nombrar sin urnas a los gobiernos de Grecia -cuna de la democracia- e Italia, no ha afectado a los más acaudalados.
El número de millonarios en Europa y en España no ha cesado de aumentar desde que empezó la crisis.
‘Sanidad mermada’, decía un editorial del mismo periódico el 5 de julio.
Y educación mermada.
Y salarios mermados.
Especialmente relevante en este contexto es el artículo de Francisco G. Basterra titulado ‘Desbarajuste’ publicado también el 5 de julio.
He aquí algunos de los párrafos:
‘Vivimos un desbarajuste internacional, en el sentido de confusión y desorden, desde Europa hasta Asia, pasando por el gran Oriente Próximo’.
Crece la sensación de que hemos perdido el control de la historia y que, en palabras del analista Ian Bremmer, ‘asistimos a la destrucción creativa del viejo orden geopolítico.
Pekín responde con la afirmación de su hegemonía en el teatro de Asia-Pacífico y aviva los nacionalismos regionales, despierta el militarismo japonés y hace dudar a los aliados de Washington de sus compromiso defensivo ante el gigante chino’.
Es necesario, no cabe duda, un gran liderazgo para refundar a las Naciones Unidas y para que Europa constituya rápidamente una unión política y económica para encauzar a la monetaria, y ponga los ‘merk-ados’ y a la ‘Merkel’ en su sitio.
Un mundo que cumpla eficazmente con el compromiso supremo de cada generación: pensar en las siguientes.
Que pueda atender las grandes prioridades: alimentación, agua, salud, medio ambiente, educación y paz.
Para ello, es necesaria la transición de una economía de especulación, deslocalización productiva y guerra a una economía basada en el conocimiento, de desarrollo global sostenible y humano.
Queda claro que no serán las pautas mercantiles las que puedan orientar estos cambios radicales, sino los principios democráticos que establece tan lúcidamente el preámbulo de la Constitución de la UNESCO.
Está claro que no serán los grupos plutocráticos del G6, G7, G8 o G20, sino un multilateralismo que ha de actuar rápidamente para reorientar adecuadamente las tendencias presentes.
Hoy ya no tenemos disculpa.
Todos podemos, cada día en mayor medida, expresarnos.
Son precisos grandes clamores para que sea el poder ciudadano y no el ‘gran dominio’ militar, financiero, energético y mediático el que lleve en sus manos las riendas del destino común.
Hay que poner los puntos sobre las íes. Hay que remediar rápidamente el actual desbarajuste. El por-venir está por-hacer, sí. Pero, ¿quién si no todos? •
_________________
FEDERICO MAYOR ZARAGOZA, presidente de la Fundación Cultura de Paz, exdirector general de la UNESCO.
- 1
- 2