El sueño del arquitecto Luca Lancini tiene la misión de ofrecer una cosmética ecovegana de máxima calidad y efectividad en el respeto más estricto de los derechos de las personas, de los animales y del medio ambiente.
Por MARTA ARTEAGA Fotografía AROLAB ORGANIC
AROLAB Organic no es solo una excelente línea de cosmética ecovegana. Seleccionada por la ONU dentro del grupo de las Family Business for Sustainable Development, por sus valores sociales y ambientales, es un nuevo concepto de lujo de valores, fruto de ocho años de investigación de un equipo internacional de expertos en cosmética natural, fitoterapia, aromaterapia, perfumería, desarrollo sostenible y biología. El resultado es un producto de gama alta fuera de lo común, cuyo porcentaje de activos mayor del 90% supera en efectividad a las marcas de máximo lujo. Gracias a la visión de Luca Lancini, el consumidor de cosmética de alta gama, tiene por fin, una opción ecovegana.
La sostenibilidad nos recuerda que no hay diferencia entre nosotros y el ambiente que nos rodea, como indica el principio budista de Esho Funi sobre la inseparabilidad de la vida con su medio. Gracias a esta reflexión podemos trascender la ilusión de dualidad altruismo/ egoísmo y darnos cuenta que cuando cuidamos, amamos y respetamos lo que nos rodea, nos estamos cuidando, amando y respetando a nosotros mismos. Este cuidado consciente es la máxima expresión de la sostenibilidad de la calidad. Por eso, el propósito de este proyecto no es simplemente ofrecer una cosmética de calidad, sino transmitir el valor de la excelencia.
‘El lujo, para que pueda ser considerado verdaderamente tal y no simplemente algo caro, debe promocionar, con su visión filantrópica, valores que transciendan las características tangibles de lo que hemos adquirido, porque además de garantizarnos la excelencia, mejora la sociedad, respeta la vida en todas sus formas y cuida del entorno del que somos totalmente dependientes, aunque a menudo nos olvidemos de ello’, explica Luca Lancini.
El cuidado de los detalles forma parte de los va- lores que promueve AROLAB organic; la sostenibilidad 360 grados, las etiquetas en braille, la alquimia presente en su exquisita línea 532 Essential. La magia de las proporciones y de los procesos es saber elegir qué utilizar, cuándo y cómo utilizarlo. Su primera línea 532 Essential, totalmente artesanal, basa sus fórmulas en los dictámenes de la escuela francesa de aroma- terapia de René Maurice Gattefossé, e inspira las proporciones de todos sus ingredientes en la sucesión de Fibonacci, la matemática oculta en el equilibrio de las geometrías naturales, en las configuraciones biológicas y en cómo el ADN codifica el crecimiento de formas orgánicas complejas.
Su Cosmetic Protocol permite personalizar la alquimia de los productos, separando la fase hidratante de la fase nutritiva. Crea un trata- miento fresco personalizado antes de cada uso. Gracias a esta separación de activos logran crear un producto que se adapta realmente a las necesidades de todo tipo de piel en los distintos momentos del día, teniendo en cuenta los cambios climáticos de temperatura, los cambios hormonales y de humedad ambiental.
Todos sus productos contienen un porcentaje de activos que supera a los sérums más concentrados presentes en el mercado; para lograrlo, se han reducido al mínimo los conservantes en sus fórmulas, y se ha dado el protagonismo a los activos cosméticos más eficaces. Una producción limitada, hecha íntegramente a mano en España, respetando el calendario lunar de siembras y cosechas.
‘Los detalles hacen la diferencia. Elegimos, elaboramos y envasamos las materias primas de forma totalmente artesanal. Un producto no se puede definir por el título de sus ingredientes, sino por la calidad de estos y por cómo se han elaborado. En cosmética, aunque todo se parezca, es muy diferente, como lo era la mermelada de frambuesa de mi madre, que, aunque llevara, aparentemente, los mismos ingredientes que la del supermercado, sabía completamente diferente’ expresa Luca Lancini, quien tras veinte años promocionando la sostenibilidad, ha llegado a la conclusión de que la ecología y el veganismo son dos caminos imprescindibles si queremos preservar y mejorar la calidad de nuestra vida, máxime en la situación que estamos viviendo con la Co- vid-19, que nos demuestra la imposibilidad de seguir dañando el medio del que dependemos para subsistir, y precipita la necesidad de ser dependientes de un entorno salubre y de una sociedad cohesionada.
AROLAB Organic es la única línea de cosmética con producción artesanal 100% elaborada en Europa, producida, envasada y envuelta a mano en Barcelona.
‘Aunque piense que la responsabilidad de nuestro comportamiento recae en cada uno de nosotros, considero también que los gobiernos, los lideres de opinión y los medios de comunicación comparten buena parte de la responsabilidad de nuestras
creencias, porque en un mundo desinformado es muy complejo entender la gravedad del impacto ambiental de nuestra forma de vivir. No creo en el concepto del mito de la belleza que se basa en vender nuestra alma al diablo. Hay muy poca belleza que pueda proceder del sufrimiento ajeno. Tengo la firme convicción de que el fin no justifica los medios. De poco sirve ahorrar energía en casa si el impacto ambiental de lo que comemos, o de los productos que utilizamos, es 100 veces superior’.
Luca Lancini es muy consciente del valor de la interdependencia.
‘La realidad es que somos parte de un sistema vivo en el que estamos interconectados y del que dependemos. Las ideas de independencia, individualidad y autosuficiencia no son más que ilusiones. Desde esta perspectiva distorsionada dejamos de sentir gratitud hacia todo lo que nos ha permitido vivir hasta ahora. Por mucho que nos duela, nadie ha llegado a ser quién es sin haber necesitado ayuda de alguien (empezando por quién nos trajo al mundo) o sin haber utilizado recursos ambientales.’
Desde niño Luca imagina un mundo empático; las diferencias se consideran tesoros a preservar y las distintas formas de vida se respetan más allá del valor de mercado que puedan tener: ‘Un mundo en el que dejamos de juzgar a los demás según los parámetros que más nos convengan, como dijo Albert Einstein: Todos somos genios. Pero si juzgas a un pez por su habilidad de trepar árboles, vivirá toda su vida pensando que es un inútil.’ •
Los detalles hacen la diferencia. Elegimos las materias primas, las elaboramos y envasamos de forma totalmente artesanal
Por sus manos han pasado desde reconocidos actores hasta CEO’s de grandes multinacionales a los que ha enseñado el arte de pronunciar palabras. Ha sido guionista y director de cine y ahora es director del prestigioso programa de fonética inglesa de la prestigiosa UCL londinense. Por JULIA HIGUERAS
Trabajó mucho tiempo como guionista y director de cine. ¿Qué le hizo decidirse a ser profesor de pronunciación? Durante mu- chos años mis dos carreras corrieron en paralelo. Esto nunca me pareció inusual, pero vivimos en una época de especialización y a la gente le gusta encasillarnos. Por supuesto que no siempre fue así. Acabo de leer un par de maravillosos libros antiguos, sobre la fonética inglesa, escritos en los años 1800 y 1600. El autor del primero de ellos era clérigo y matemático, y el autor del segundo era granjero y poeta. Me identifico con esta versatilidad. Aunque no creo en la astrología, tengo que confesar que soy un Géminis absoluto.
¿Volvería a dirigir? Sí, sin duda volvería a dirigir, pero no ‘por el hecho de dirigir’. Tendría que ser un proyecto al que pudiera aportar algo especial. Varias de mis películas se han basado en la música clásica, de hecho, uno de mis logros más orgullosos fue arreglar la música de Chopin en la banda sonora de mi película ‘Magic Piano’, que luego fue interpretada por la superestrella Lang Lang. Es un gran artista, flexible, y trabajé muy a gusto con él. Proyectos como ¿Qué ha aprendido de estos meses de confinamiento? ¿Cómo ha cambiado su vida? Me encanta viajar para impartir talleres internacional- mente, así que para mí lo peor de la pandemia ha sido la cancelación de varios eventos en el extranjero, que este año iba a incluir Italia y Japón. Pero tengo mucha suerte porque puedo trabajar desde casa. De hecho, mis talleres italianos siguieron adelante, pero online. Llevo años diciendo que Zoom, Skype, etc. son excelentes herramientas para trabajar la pronunciación, ya que son incluso más “cara a cara” que los encuentros en persona. Ahora, gracias a la pandemia, millones de personas están descubriendo esto por sí mismos. El confinamiento también me dio la oportunidad de hacer videos para el público en general. La gente parece encontrarlos útiles y entretenidos.
¿A cuántos estudiantes les has enseñado a pronunciar el inglés como un nativo? Trabajo con actores en acentos para la actuación, pero la mayoría de los que entreno son no-nativos que quieren desarrollar su habilidad en inglés. Dejé claro que sonar exactamente como un nativo es un objetivo poco realista para la mayoría de la gente, y muy pocos incluso quieren esto. Lo que sí ofrezco es una mayor perspicacia y dominio.
este son escasos y difíciles de financiar, pero me encantaría hacer más películas con gran música, ópera, ballet.
¿Qué malos hábitos para hablar inglés tie- nen los españoles? Hay dos grandes desafíos en la pronunciación de un idioma extranjero. Uno es ser sensible a las distinciones que no tienen importancia en su lengua materna. Para los españoles, estas incluyen la ‘b’ contra la ‘v’, la ‘d’ contra la ‘th’ y la ‘s’ contra la ‘sh’, y el ritmo especial del inglés, ¡sin mencionar todas nuestras vocales locamente escritas! El otro reto es desarrollar la ‘atención’ cuando hablas, para que puedas captar tus hábitos antes de que ocurran, y modificar tu manera de pronunciar en tiempo real. A lo largo de los años he desarrollado técnicas especiales para cultivar esta habilidad. Animo a mis clientes a ser como Sherlock Holmes y que ¡investiguen su propia manera de hablar! Me encanta cuando me dicen con alegría que pueden oír mucho más de lo que podían hacerlo antes de mi entrenamiento, en su propio discurso y en el de los demás. Sobre todo, quiero que encuentren alegría en este proceso, porque lleva tiempo y requiere mucha motivación. Afortunadamente, parece que lo encuentran tan entretenido como desafiante. •
FEDERICO MAYOR ZARAGOZA
Presidente de la Fundación Cultura de Paz Exdirector general de la UNESCO
El futuro ya está aquí. Constituye una responsabilidad ineludible y apremiante atajar el progresivo deterioro de las condiciones ecológicas, de la habitabilidad de la Tierra. ‘¡Implicaos!’ fue el grito – mensaje final de Stephan Hessel. ‘Tendréis que cambiar de rumbo y nave’, apostilló José Luis Sampe- dro. Pues bien, ha llegado el momento en que, por fin, los jóvenes están levantando la voz y se están implicando. Podemos sentirnos esperanzados porque el cambio de ‘rumbo y nave’ está empezando.
Ante este momento de inflexión histórica que estamos viviendo, me viene a la memoria mi encuentro con Indira Gandhi a principios de los años 80 con motivo de la presentación del programa de ‘Inves- tigación y necesidades humanas’ que la UNESCO iba a iniciar en Madrás. Me pidió que la acompañara mientras pasaba entre hombres, mujeres, niños y niñas sentados en el suelo que le presentaban sus peticiones en pequeños manuscritos. Al terminar este contacto con su gente –dicen que los leía con detenimiento y procuraba atender las peticiones que le formulaban- mantuve una larga entrevista con ella. Al final, me dijo: ‘Me parece muy interesante la reunión que van a tener y los programas que están desarrollando. Creo que, efectivamente, es el conocimiento el que puede resolver la mayor parte de los problemas. Pero, por favor, envíeme una solución después de la reunión en Madrás porque -excla- mó sonriendo- de diagnósticos, por certeros que sean, voy ya muy sobrada’.
Nunca deberíamos olvidar lo que me dijo Indira Gandhi aquel día. Porque lo que se necesitan, cier- tamente, son soluciones y pasos hacia el diseño del nuevo mundo que anhelamos. Es por eso que el clamor de los jóvenes que estamos empezando a oír es tan importante. Basta ya de palabras, es tiem- po de acción. Es tiempo de soluciones. No más ‘diagnósticos’. Es tiempo de ejecutar sin dilación la Agenda 2030 y los 17 ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) adoptados por las Naciones Unidas en noviembre de 2015 y los Acuerdos de París, el mismo otoño, para luchar contra el cambio climático y los procesos irreversibles que comporta.
Es el momento de dejar de ser espectadores y pasar decididamente a ser actores de nuestra vida y de oír a los científicos y fiarnos de ellos para adaptar nuestro comportamiento cotidiano, nuestro estilo de vida con los medios de transporte adecuados, con fuentes renovables de energía y, sobre todo, con un nuevo concepto de seguridad que reduzca al mínimo los inmensos gastos militares y de armamento, pudiendo hacer las inversiones necesarias para el cuidado de la Tierra y para las grandes prioridades, propias de un desarrollo global sostenible y humano: alimentación, agua, salud, medio ambiente, educación y paz.
El otro mundo posible que anhelamos y merecemos es hoy, todavía, posible. La movilización ciuda- dana debe llenarnos de esperanza. •
FABRIZIO PLESSI, pionero del video arte en Europa, con pabellón propio en la Bienal de Venecia (rehabilitado por La Maison francesa Louis Vuitton) y obra expuesta en más de 130 museos de todo el mundo dirige, fuertemente agarrado a su timón, el destino de La Luz del Llaüt -hasta hace unos días alojada en la Lonja de Palma de Mallorca y comisariada por Pilar Ribal- hacia la exótica Sanghái. Por JULIA HIGUERAS Fotografía ERIK VON FRANKENBERG
Después de un buen madrugón -el fotógrafo y esta periodista nos hemos levantado a las 4 de la mañana- llegamos a la ciudad mecida por las aguas, conocida por ser lugar de refugio de grandes escritores y también por sus gondoleros profesionales que hoy rivalizan con los modernos taxistas d’acqua que, al volante de sus rápidas lanchas, atraviesan las aguas de Venecia con la precisión de un escalpelo al precio de un billete de avión. En la entrada del hotel Hilton Molino Stuky, en Giudecca, nos espera el artista italiano .Su estudio regado por el Gran Canal, queda a solo una manzana de aquí.
Siempre has ido por delante de tu tiempo.
Hoy todo el mundo usa el vídeo, hace vídeo- instalaciones, lo que ves ahora como algo normal hace treinta o cuarenta años -cuando la televisión era en blanco y negro y uno no podía ni imaginar que se iba a convertir en lo que se ha convertido– no lo era. Entonces se pensaba en la pintura abstracta o figurativa, en el acting painting y en el realismo.
Pero tu personalidad de hombre curioso te llevaba a investigar nuevas técnicas, a abrir nuevos caminos…
Sí me gustaba y me sigue gustando dedicar tiempo a investigar aquello que no conozco. Pero me pasa con todo en la vida. Si visito una ciudad, me interesa de ella lo que desconozco, aquello que no está en las guías turísticas, los aspectos emocionales que puede mostrar una ciudad que me es totalmente desconocido. Después de 40 o 50 años de trabajo, he estudiado e investigado sobre muchos objetos, últimamente este objeto es la barca, pero siempre cambio… trabajo dos, tres, cuatro o cinco años con el mismo objeto -soy cíclico trabajando-, y empiezo de nuevo, inspirándome en nuevas emociones, manteniendo la conciencia histórica de mi lenguaje artístico. Un lenguaje que el espectador que lo escucha siente la emoción que yo intento provocar con mi trabajo. Y provocar una emoción es lo más difícil de conseguir pero es el reto continuo del artista.
LA LUZ DEL LLAÜT exposición diseñada para Louis Vuitton en la Lonja de Palma de Mallorca.
Transmitir emoción, otra obsesión tuya…
Sí, es una obsesión continua.
Soy un hombre obsesivo (me sonríe) -, necesito trabajar continuamente porque si no lo hago me siento mal conmigo mismo. Tengo esa disciplina, y además, mi trabajo me gusta muchísimo y soy feliz cuando lo hago… Aquí, solo, en este estudio – me señala todo el espacio- siempre me encontrarás con un lápiz en la mano. También cuando viajo -lo hago constantemente-, me siento en la butaca del avión y espero a que éste despegue. Entonces, saco la bandeja y me pongo a dibujar, a diseñar… al lado una copa de champán. Se ríe. En ese momento, soy la persona más feliz del mundo y te aseguro que cuando el avión despega y se eleva, con él lo hace también el pensamiento porque éste se siente más libre en las alturas… Sí, sí, no me mires con extrañeza, muchos de mis grandes proyectos los he diseñado a 10 mil metros de altitud, porque la cabeza, allá arriba, se siente más libre (mueve los brazos de arriba a abajo y vuelve a sonreír).
Le observo mientras sonríe. Es un hombre alegre, de fuerte carácter, con una gran dosis de personalidad bañada de empatía y un sentido común desafectado de soberbia al que no le doblegan ni los apegos ni los halagos y sí los afectos. Sé por su biografía que ya no cumple los setenta, por eso pienso que tiene la edad de sus emociones o la de su corazón y echo mano de una frase de Marcel Proust que dice que ‘nuestro corazón tiene la edad de las personas que uno ama’ y refuerzo de este modo mis impresiones – que luego él confirma- sobre este italiano universal.
‘Tengo la fortuna de haber encontrado una mujer fantástica, Carla, que me ha dado dos hijos, Rocco (estudia Diseño Tecnológico en Inglaterra) y Maríasole. Entre los dos hemos formado una familia sólida y esta tranquilidad con la que ella me arropa me ayuda a dedicarme de lleno a mis proyectos, a trabajar, a crear. Carla lo resuelve todo y me soporta –bromea-, y lo digo desde mi realidad humilde porque soportarme a mí es muchas veces una tarea imposible’.
Y volvemos a las alturas. Allá arriba, en el cielo, Plessi se libera de la presión de lo cotidiano y se siente como un pájaro. Todo lo que diseña entre las nubes, lo guarda abajo, una vez ya en la tierra, dentro de un cajón. ‘En este espacio – abre aleatoriamente uno de los muchos cajones de un gran mueble de madera que hay en el estudio y me enseña el interior repleto de proyectos- dejo que cada proyecto mío duerma su propio sueño. Pienso que mientras uno duerme, las ideas crecen y lo mismo le sucede a los proyectos que guardo en los cajones del estudio.
Cuando los recupero de su sueño están mucho más llenos de energía que cuando los metí ahí años atrás. Es una idea muy poética, puede ser incluso una metáfora, pero soy un hombre que vive a través de sus emociones, amo un tipo de arte que no pertenece a este tiempo, el arte que se hace ahora no lo comprendo , y aunque lo intento con ahínco, no poseo el código que necesito para poder descifrarlo, para empaparme de él. No quiero entrar en polémica con el arte actual, soy una persona respetuosa, pero lo que veo hoy en los museos, en un porcentaje muy elevado, ya lo he visto antes. Mi arte intenta representar un mundo mucho más grandioso, heroico, fuerte, a mí me gustan –por citar a alguien- Pina Bausch o Buisson, los dos son artistas de verdad.
‘HAY QUE ENSEÑAR A CREAR CON FELICIDAD, SIN SUFRIMIENTO. ESTA ES MI FILOSOFÍA DE CREACIÓN’
Puede, continúa, que sean cosas de un hombre de mi edad que está acostumbrado a otras conductas, a otros valores que no se corresponden con los que existen hoy. Es importante que lo diga porque yo sigo trabajando con una fuerza y un entusiasmo enormes. Dentro de mi cabeza soy un hombre de 40 años, máximo –añade riendo-. Todos sabemos que hay dos edades: la biológica y la mental a la que hay que añadirle una gran ventaja: ahora invierto 20 veces menos tiempo en hacer un gran proyecto que hace 30 años, y soy infinitamente más rápido que entonces’. El estudio de este artista, nacido en Reggio Emila y obsesionado, como no, desde niño con estudiar Bellas Artes en Venecia -ciudad en la que vive desde los 17 años- se asemeja a un laboratorio.
Los techos altos, las paredes y los muebles blancos, la librería hasta el techo cargada de libros que se mezclan con muchos de los más de 300 catálogos de sus exposiciones y que están editados de manera exquisita en diferentes tamaños y colores. Es Plessi, de pie y a mi lado, quien me explica de manera pausada, paciente, toda una vida, la suya, dedicada enteramente al trabajo. En las mesas, en medio de este gran espacio, reposan solo ‘los escogidos’ arropando este ambiente pulcro, escrupuloso, de orden milimétrico. ‘Son dos los momentos más bonitos de mi vida, el primero llega cuando suena el teléfono y al otro lado me proponen participar con una gran muestra de mi trabajo, el segundo al ver el espacio que va a cobijar mi obra. Una vez allí, me pregunto: A ver, Plessi, ¿Tú que quieres hacer aquí? Parto de cero, tengo que inventarme algo nuevo, un tema que alojar en ese espacio que siempre es fantástico.
Tener una visión del espacio no codificada abre la mente…
Es mi filosofía, vivo en una gran naturaleza. Cuando era profesor en la Universidad alemana le decía a mis alumnos que había que crear con felicidad, sin sufrimiento, porque el arte se acostumbra a vivir como un peso, como una fatiga, como si hubiera que sufrir para poder crear y yo no estaba de acuerdo con esa filosofía de la creación. Le decía a mis alumnos: sed felices, alegres, disfrutad creando, pensando, profundizando, y les preguntaba ¿ dónde creéis que está la profundidad? Pues siempre en la superficie. Digamos que, cuando eres un verdadero artista, cuando tienes potencia creadora, tu propio lenguaje, tu propia fuerza expresiva hace que seas feliz mientras trabajas.
¿Cuál ha sido tu proyecto más difícil, más costoso…?
He tenido la suerte de que muchas personas, desde el principio de mi carrera, han amado mi trabajo y me han apoyado. Es cierto que tengo grandes enemigos en el mundo del arte, detractores de mi obra, y como todos los artistas -no soy una excepción- también tengo grandes seguidores que me han empujado a seguir adelante con mis proyectos. Siempre digo que nunca he querido ser ni rico ni famoso, solo que mi obra se exponga en museos de todo el mundo y esto lo he conseguido. Tengo mi obra expuesta en 130 de ellos.
Después de hacer este repaso de tu vida, 50 años de trabajo, ¿cómo te sientes?
(Sigue repasando en voz alta) 540 exposiciones, 130 en museos… 6000 metros cuadrados en la Exposición de Berlín, esta fue una época increíble de mi vida, su recuerdo aún me emociona. ¿Cómo me voy a sentir? Soy un hombre con suerte.
Y en abril se inaugura tu museo, vas a tener tu propio museo, el sueño de cualquier artista… Este museo tiene una anécdota muy graciosa que quiero compartir contigo. Estaba trabajando aquí, en el estudio, tranquilamente, cuando sonó el teléfono. Lo cogí y al otro lado de la línea una voz masculina me dijo: ‘Mire, Plessi, tenemos una sorpresa para usted’, a lo que respondí: Oiga a mí no me gustan las sorpresas y menos a mi edad. Perdóneme usted pero estoy trabajando, va bene? Y pensaba para mis adentros: ‘Fabrizio ahora te vienen con sorpresas, ¡lo que te faltaba!’. Al otro lado la voz masculina seguía hablando, insistiendo: ‘Plessi, deje que le mandemos un coche mañana a recogerle y le llevará a un sitio que no le va a defraudar’. Insistió tanto que cedí. A la mañana siguiente me subí a una limusina que vino a buscarme y varias horas de coche más tarde llegamos al lugar de la sorpresa, me abrieron la puerta y me dijeron: La frase mágica para cualquier artista: ‘Plessi, aquí tiene usted su museo…’.
Supongo, que te quedarías con la boca abierta.
(Me mira fijamente, jocoso). Sí, sí, supones muy bien. Pensé: seguro que voy a tener que pagármelo yo, ( y nos reímos los dos durante un rato ). Después me explicaron que eso no iba a ser así y que habían pensado en hacer este museo dentro de la autopista que está en la frontera de Italia con Austria porque será la primera gran autopista cultural del mundo… Y me pareció una idea fantástica. Han comprado una gran escultura que hice para la Exposición Universal de Hannover del año 2000 y mucha otra obra mía. Sinceramente fue un momento de una emoción indescriptible.
‘PROVOCAR UNA EMOCIÓN ES LO MÁS DIFÍCIL DE CONSEGUIR PERO ES EL RETO CONTINUO DEL ARTISTA’
Está previsto que se inaugure en primavera.
Sí, esa es la idea. Lo primero que vas a ver al entrar en Italia por esta autopista es el museo. En primavera sobresaldrá – está hecho de piedra y hierro- entre montañas verdes, y en invierno lo hará envuelto en nieve. Me han ofrecido la posibilidad de intervenir en el proyecto de creación del edificio y lo estoy haciendo.
Pues la sorpresa de marras se convirtió en un magnífico regalo para ti.
Este es un gran momento del que, además, no quiero hablar demasiado, ya sabes, manías de artista, por si luego las cosas se complican. Tenía pensado hacer una fundación pero desde que sé lo del museo voy a donar todo lo que tengo aquí –señala distintas piezas- para que ellos se ocupen de mi obra.
En España decimos: a caballo regalado no le mires el diente. ¿Alguna pega?
Por ponerle alguna – me guiña un ojo- me hubiera gustado que el museo estuviera al lado de Venecia pero estará a 400 km de aquí…
Le llama por teléfono su editor y aprovecho para asomarme a la ventana, corrijo, al enorme ventanal que me regala – esta vez el regalo es para mí- una vista maravillosa, desde la perspectiva que ofrece el Gran Canal de Venecia. Hace un día frío regado por un sol que lo baña todo: miles de años de historias, aislamientos, decadencias y renacimientos de ida y vuelta. Plessi acaba la conversación y se acerca a mi lado para seguir nuestra charla matizada por la luz que entra desparramada por el cristal. ‘Mi obra es agua y se convirtió, desde el principio de mi carrera, en el verdadero motor de mi vida artística’, me dice y le pregunto por su relación con ‘La Maison’ Louis Vuitton que tanto ha apoyado y patrocinado muchas de sus creaciones, y le pregunto esto porque me choca que habiendo tantas marcas italianas haya sido una francesa quien haya apostado tanto por él y por su obra. Se mesa el pelo lacio, antes negro, hoy blanco, largo hasta los hombros y me responde:
Hace muchos años, y con motivo de la Bienal, tenía una gran instalación en la Plaza de San Marcos. Yves Carcelle, presidente de Louis Vuitton, fue a verla y le gustó mucho. Comentó que iba a contactarme, tenía la intención de conocerme personalmente y un año y medio después, lo hizo. Me llamó y quedamos para vernos. Entre los dos hubo una gran conexión, teníamos intereses culturales comunes. La idea del viaje, de la aventura está muy ligada a la marca y al igual que Louis Vuitton soy un gran aventurero, un viajero incansable. ¿Por qué yo?, quizás porque expreso el arte de forma diferente o porque soy un navegador solitario que va agarrado a su timón en el mar del arte. El mar del arte es siempre un mar en tempestad y ahora estoy cogido fuertemente a mi timón, me siento muy seguro porque sé perfectamente adonde voy… Esta idea del mar, del viaje, de la aventura, está muy ligada a Vuitton. En la bienal de Venecia soy el único artista italiano que tiene un pabellón (1000 metros cuadrados) para él solo, un pabellón que ha rehabilitado Vuitton siempre fiel a los valores de transmisión cultural y protección de la historia y tradición artística locales, en su apuesta por apoyar el arte. No es ningún esponsor, son personas que llevan años de relación con mi trabajo, he diseñado muchas cosas para ellos como esta bolsa – y señala la bolsa-lámpara que está sobre la mesa y de la que el periódico New York Times dijo que era la mejor bolsa que se había hecho de la marca, que contiene la tecnología televisiva, que es la bolsa, con un logo en movimiento) o me recuerda la exposición que acaba de hacer:
La luz del LLaüz en la restaurada Lonja de Palma de Mallorca – su segunda ciudad- 14 barcas tradicionales mallorquinas realizadas artesanalmente en madera, los históricos ‘llaüts’ que se encontraban abandonadas en diferentes partes de la isla y las ha reconvertido en peculiares conchas de luz azulada que reproducen el sonido del mar. Exposición que navegará por otros mares alejados del Mediterráneo – El Gobierno balear desestimó albergarla de manera permanente en las entrañas de la Lonja- que la llevarán, de momento, al Mar del Este en su encuentro con el río Yangtsé, en la exótica Shanghái.
‘DENTRO DE MI CABEZA SOY UN HOMBRE DE 40 AÑOS, MÁXIMO – SE RÍE- TODOS SABEMOS QUE HAY DOS EDADES: LA BIOLÓGICA Y LA MENTAL’
¿Qué esta pasando?, acaso el arte ya no interesa…
Desgraciadamente, a la gente el arte le interesa cada vez menos, solo interesa para hacer negocio. No podemos pensar que Christie’s o Sotheby’s tienen interés por el arte, lo único que les interesa del arte es la transacción financiera que pueden obtener como si tener cuadro fuera igual que tener acciones en el banco.
Tú que has sido tan vanguardista, que tienes esa capacidad para ver más allá ¿cómo ves la situación? ¿Qué está pasando?
El mundo del arte ha cambiado completamente. Tiene un escenario diferente que no se parece en nada a lo que estábamos acostumbrados. Desde hace unos diez años, el arte no está en manos de la creatividad ni en manos de la poesía: está en manos del business, en manos de la banca, de las casas de subastas de arte. Por primera vez el mundo del arte ha dejado de ser un mundo libre, y es de regular credibilidad. Vivimos en un mundo menos poético, menos ingenuo en el que solo se habla del valor económico de las cosas no del valor artístico, es una especie de mercado que no se corresponde con la realidad.
Se ha mercantilizado toda la sociedad, ¿qué podemos hacer para que eso cambie?
Cuando doy una conferencia siempre acabo con una frase: Amad el arte, defendedlo siempre porque el arte es la única cosa que puede salvarte la vida. Incluso hasta ahora que estamos viviendo una situación convulsa. No me gusta la crisis pero es una purificación de las situaciones. Vivimos una época decadente, comparable a la caída del Imperio Romano, con esa sensación de desastre continuo. En esa época antigua se permitía todo, los modales daban igual, no había nada verdadero, todo conducía a la decadencia, como así fue… y nosotros hemos vivido una época verdaderamente decadente. Esta dosis de crisis nos llevará a todos – ya está sucediendo- a volver a hablar de valores; seremos todos mucho más pobres, irremediablemente, sí, pero la crisis pasará y nos habrá cambiado a todos la vida, para bien. •
Conversamos con Bernardo Kliksberg, economista argentino, promotor de los valores éticos como sustento de las políticas económicas, que le han valido para ser investido Doctor Honoris Causa por más de 40 universidades y ser asesor de 32 países. Es un hombre capaz de darle siempre la vuelta al pesimismo en el que vive atrapada la sociedad actual y transformarlo en un discurso de sílabas libres, llenas de esperanza, compromiso y optimismo. Él sí puede, porque solo él fue capaz de ver, allá por los años 70, que sin ética la empresa perdía su esencia social. Hoy definiríamos a Kliksberg como un hombre que fue capaz de crear “un proceso disruptivo”… La Responsabilidad Social Corporativa.
El filósofo y escritor es una de las mentes más brillantes de nuestro país. Con una sátira implacable y una reflexión propia de un gran pensador, Savater se adentra en los temas más relevantes de la sociedad española enseñándonos cómo la filosofía se convierte en la respuesta a muchas preguntas.
Fotografía SARA TORRES
¿Qué puede aportar la filosofía a nuestra sociedad actual?
La filosofía es una reflexión sobre esas preguntas que no son meramente instrumentales. La filosofía se hace preguntas sobre lo que somos y nos ayuda a tomar conciencia de lo que significa vivir y ser humano.
La filosofía está a punto de ser eliminada de las aulas. ¿Qué opina de este tema?
Yo creo que es una pérdida irreparable. A mí me parece que la filosofía, ahora que la religión debe ser algo optativo, es un buen inicio que ayuda a los jóvenes a comenzar una reflexión importante porque nace en el mismo lugar y en el mismo momento que la democracia y, de algún modo, representan lo mismo; una en el terreno político y otra en el intelectual.
¿Se puede o se debe ser optimista en estos momentos?
Los optimistas dicen ‘dejemos las cosas que ya se resolverán solas’ mientras que el pesimista dice ‘no hay nada que hacer’. Ambas son formas de pereza, yo creo que lo importante es tener una visión activa. Lo que tenemos que hacer es plantearnos la siguiente cuestión: si nosotros no resolvemos los problemas nadie lo hará, estamos solos ante ellos y tenemos que afrontarlos.
La ética es una rama de la filosofía, ¿qué consejos le daría en este sentido a nuestros políticos?
Más que consejos, lo que tenemos que tener claro es que en una democracia todos somos políticos. Los que mandan son los mandados; aquéllos a quienes nosotros les hemos mandado mandar así que lo único que puedo decir es que lo peor de los políticos es lo mucho que se parecen a quienes los han elegido.
En su obra Ética de urgencia se mantienen unos diálogos con jóvenes sobre las cuestiones que más les preocupan. ¿Cuáles son estos temas?
Los jóvenes están preocupados sobre todo por cuestiones laborales y económicas aunque la política y el tema del desprestigio de las instituciones también les interesa mucho. En general, los temas o problemas de la actualidad son los que más les preocupan.
Dentro del contexto de la enseñanza, para los griegos la teoría solo era una forma de no llegar a la práctica: el verdadero conocimiento. ¿Por qué no hay una escuela de buenas prácticas que forme a los futuros dirigentes de un país?
Bueno, esta visión del conocimiento en Grecia es errónea. Esto de que la teoría solo es un paso para llegar a la práctica es una versión muy moderna pero sí que es cierto que para ellos la práctica es muy importante. El problema es que la práctica política no tiene unas lecciones claras por lo mismo que no hay unas lecciones claras para ser ‘humano’.
Sabemos que hay valores como la honradez, la solidaridad, la sinceridad, etc. pero la política no es como la carpintería u otras técnicas humanas que tienen una finalidad mecánica que se puede enseñar. La política es el arte de congeniar diferentes objetivos con diversas voluntades políticas y no admite unas lecciones técnicas.
¿Cómo ve la situación del periodismo en esta crisis en la que está inmerso?
Los soportes del periodismo, los periódicos como tal creo que tienen los días contados; solo es cuestión de tiempo. Para los que amamos el papel es una pérdida irreparable pero la verdadera pérdida en el sentido cultural de la palabra, sería que se perdiera el periodismo.
Pero se están perdiendo los valores clásicos, ¿no? Sobre todo el de servicio público ahora que está todo tan mediatizado y monetizado…
En la película ‘Ciudadano Kane’, en la época de la guerra de Cuba, ya se contaba la historia de un hombre que se convertía en un gran magnate de la comunicación. Además, ahora con la época de Internet es más fácil hacerse un hueco en la Red si no te convencen los medios tradicionales. Si tuviéramos que hacer estadísticas, yo creo que ahora hay más posibilidades de distinguir las opiniones contrastadas de las que no tienen ningún respaldo. De hecho, debido a esto, hoy debería ser más fácil que nunca mantener esa pluralidad informativa.
Hablando de crisis, ¿tiene esta sociedad una crisis de valores?
Los valores nacen de una crisis, son el choque entre lo que vemos que es y lo que creemos que debe ser. Si todo fuera bueno no habríamos descubierto los valores. En nuestra época consideramos que hoy la humanidad está muy desarrollada tecnológicamente, que hay medios para acabar con las enfermedades, el hambre y las guerras y, sin embargo, estamos viendo que la realidad no es esa.
Entonces tendrán que surgir unos nuevos valores de esta crisis, ¿no?
Ojalá. Yo creo que lo importante sería eso, aprovechar este choque entre la realidad y lo que nosotros hemos considerado siempre como positivo. Pero para que surjan los valores necesarios como que hay que reformar las instituciones, hay que dejar de mirar con una perspectiva tribal y hay que mirar a escala planetaria puesto que los problemas a los que se enfrenta nuestra sociedad son globales. Creo que se pueden hacer muchas lecciones valorativas y positivas de esta coyuntura que es la crisis.
En una ocasión dijo que los ciudadanos no tienen por qué estar de acuerdo con las medidas que tomen los tribunales. ¿Cree correcta la decisión del Tribunal de Estrasburgo de tumbar la ‘doctrina Parot’?
Bueno, los ciudadanos no tienen por qué estar de acuerdo pero sí deben respetarlas. Yo comprendo que haya muchas personas que tengan objeciones pero el Tribunal de Estrasburgo, por otra parte, aporta una sentencia que tiene fundamento. Había dos opciones así que parte del Tribunal consideró viable el uso retroactivo o retrospectivo de los beneficios penitenciarios. Esto es lo que se discutió, no la doctrina misma que hoy sigue vigente. La mayoría de la gente como no sabe esto, simplemente dice que han soltado a los presos cuando la mayoría de los que han estado saliendo, habían cumplido ya casi 30 años de prisión.
¿Qué opina de los casos de corrupción que están salpicando la actualidad política de nuestro país?
Bueno, la política y todo lo demás… (risas). Muchos caen pero, bueno, yo creo que la corrupción son malos comportamientos que surgen allá donde hay libertades, poder y personas con posiciones elevadas. El problema de todo esto es la impunidad, es decir, que la corrupción quede sin castigo, que no sea controlable, que las personas ocupen puestos en los que pueden delinquir sin miedo a los castigos, o que los castigos sean mucho menores para ellos. Esta impunidad sí que es desmoralizadora. Lo que hay que hacer es instrumentar todas las garantías políticas para que esto no sea posible. La ley de transparencia es muy importante en este sentido para tratar de evitar esta clase de abusos. Lo importante es que en caso de que se cometan (porque aunque haya garantías siempre seguirán existiendo posibilidades para hacerlo), tengan un castigo ejemplar como para disuadir a quienes tengan ganas de seguir por ese camino.
En estos tiempos de indignación, desencanto y desconfianza hacia las instituciones y los gobiernos, ¿cómo ve el papel de la monarquía?
Efectivamente la monarquía está tocada en primer lugar por cuestiones referidas a la coronación y malos usos o comportamientos públicos. En España hubo mucho tiempo en que muchas personas no gozaban de un entusiasmo monárquico pero consideraban que desde el punto de vista pragmático la monarquía resolvía problemas y era, en esa época de separatismos y nacionalismos, o podía ser un antídoto contra esas cosas; un poco como el símbolo del país junto y unido. Lo que ocurre es que este pragmatismo también choca cuando la monarquía en vez de resolver problemas, los crea. Y en esta época se ha visto que, efectivamente, la monarquía (más concretamente el caso español) tiene que responder ante los tribunales y que no puede estar por encima de las leyes.
¿Qué opina de la imputación de la infanta Cristina? ¿Da su caso una sensación de transparencia en la Justicia española?
En lo que estoy de acuerdo con el Rey es en que todos somos iguales ante la ley. Iguales en el sentido de que nadie debe tener más beneficios independientemente de su cargo o representatividad pero tampoco se les debe arrastrar por el fango o hacer retratamientos más humillantes que a los demás. Se debe tratar a la infanta como a cualquier otra persona que se encuentre en sus mismas circunstancias: sin beneficios y sin especial ensañamiento.
¿Cree que España es un país maduro en cuanto a independencia judicial?
Pues sí, tengo y quiero pensar que así es. En la época de Franco a toda la gente que pedíamos democracia se nos decía que España no estaba madura para ello, como Francia por ejemplo. Bueno, yo quiero pensar que los dos somos países maduros y, por lo tanto, la independencia judicial es algo que nos deberíamos exigir. Que los órganos superiores de los jueces estén repartidos entre grupos políticos, que los jueces verdaderamente tengan la indepencia como un papel propio que les separe de los poderes legislativos y ejecutivos.
En una ocasión dijo que ‘la protesta sin propuesta no sirve de nada’. ¿Cree que es eso lo que le falta a los ciudadanos y movimientos de este país para poder hacer frente al sistema?
Bueno, a algunos sí. No hay que hacer frente al sistema sino hacer críticas al mismo, porque no conozco a nadie que tenga una alternativa mejor al sistema. El sistema es la democracia occidental en la que vivimos y que en algunos países funciona mejor que en otros. Es verdad que sí hay partidos políticos y grupos que sí tienen propuestas. Precisamente los que optamos por unos partidos frente a otros es porque consideramos que tienen mejores propuestas que los otros.
Yo creo que en España hay una tendencia a veces a confundir el gamberrismo urbano con la acción política, que tiene poco que ver, al igual que otras veces se considera que la simple maledicencia es pensamiento crítico y por eso determinados programas de televisión y determinados ‘coristas’ se convierten un poco en mentores de la sociedad. Los chistes y los chismes están al alcance de todo el mundo pero las ideas ya exigen un poco más de esfuerzo. Yo creo que sí, que efectivamente hacen falta propuestas porque protestar está bien pero eso es solo un inicio, a partir de ahí hace falta entender verdaderamente qué razones cuentan aquello o aquellos contra lo que estamos protestando para poder sustituirlo por algo que sea mejor.
Sabemos que la clave reside en la educación, ¿cree que falla el sistema educativo en la formación de los jóvenes?
El sistema educativo es algo muy complicado. Hay cosas que van mejor, otras peor… La educación es una asignatura pendiente desde el mismo momento en que se reflexiona sobre ella. Ya en el siglo XVI escritores como John Locke parten de la base de que ‘todo el mundo se queja de la educación’. Esto es algo que viene de antaño pero sí que es cierto que la educación hay que mejorarla, transformarla, reflexionar sobre ella, etc.
Hay cosas que es evidente que fallan como por ejemplo el hecho de que haya tantos planes educativos que no llegan a cumplirse por completo porque enseguida ya viene otro gobierno que lo deroga y saca otro nuevo que ‘desmiente’ al anterior. Esto nos hace mal. También el hecho de que haya diferentes planes educativos según las comunidades autónomas y que no existan en este tema competencias centrales homologadas por parte del Estado para todas las asignaturas. También es perjudicial el hecho de que asignaturas como educación para la ciudadanía, que son básicas en este país y que se está viendo que hacen tanta falta, hayan sido sustituidas por prejuicios clericales, reivindicando que se mantenga la religión que no tiene nada que hacer en un sistema educativo laico. Desde luego que sí que hay muchas cosas que se podrían corregir, sobre todo la visión de que la educación tiene que formar ciudadanos completos. Hay educaciones que solo crean empleados para que cuando terminen de estudiar estén colocados. Eso no está mal pero lo que tiene que hacer la educación es formar buenos ciudadanos y, en última instancia, fomentar la humanidad de las personas, aunque esto último ya lo veo un plan quizá demasiado ambicioso.
Con respecto a este tema, ¿qué opina de la fuga de cerebros? ¿Son siempre los jóvenes los que pagan las consecuencias?
Que un joven se vaya a fuera no tiene por qué ser algo negativo. El caso de los jóvenes que se van porque no tienen futuro sí que es un caso ya más preocupante y que, además, supone una gran pérdida sobre todo para el país. El hecho de que un joven con una buena preparación tenga que irse a fuera en busca de un futuro mejor supone una gran incomodidad para el propio joven pero la gran pérdida es para el país porque hemos sido nosotros los que hemos costeado esa educación en buena medida y nuestro país necesita de estos cerebros. El problema es que el joven se va y a lo mejor encuentra más beneficios estando fuera. Es una lástima que muchas personas que podían ser útiles para este país tengan que marcharse dejando así un hueco en las posibilidades de desarrollo del país de cara al futuro.
¿Qué opina del modelo de sociedad en el que vivimos? ¿Cree que es excesivo el individualismo del ciudadano actual, que debería estar más preocupado por las causas comunes?
El individualismo no tiene por qué ser opuesto a una visión social de las cosas. El individualismo es una idea de responsabilidad y autonomía de la persona. Ser individualista no es estar aislado necesariamente en vez de pensar que las cosas dependen de lo que está fuera de uno, pues considera que es el responsable de sus acciones y que su libertad tiene que tener un sentido propio. Esto no quita para que cualquier persona racional se de cuenta de la importancia de lo social sobre el desarrollo del individual. Óscar Wilde decía que todas las sociedades evolucionan hacia la producción de más individualismo pero no de un individualismo aislacionista sino como responsabilidad de los individuos por el funcionamiento de lo colectivo.
¿Cree que está en crisis el capitalismo?
Parece que sí pero lo cierto es que hay algunos países en donde funciona mejor y en otros peor y en general se ha visto que determinados mecanismos del capitalismo como por ejemplo la desregularización, la especulación sin control de los mercados, el hecho de que no haya supervisión de los mismos, la existencia de paraísos fiscales, etc. todo esto son problemas que evidentemente tiene el capitalismo pero, insisto, de momento no tenemos ninguna otra cosa: no tenemos otro sistema menos malo.
Dentro de este cambio social que es evidente que necesitamos, ¿qué cree que puede aportar la filosofía?
Como hemos dicho, la filosofía no es un mecanismo práctico sino un mecanismo de reflexión. Yo creo que las personas reflexivas, las personas más conscientes de sí mismas que viven a propósito, que no viven simplemente por imitación o por seguir las modas sino que lo hacen de una manera más autónoma, son más capaces también de afrontar en la sociedad las cuestiones de una forma más eficaz. También puede ser que esto no ocurra pero las preguntas instrumentales de la filosofía tienden hacia la práctica.
¿Tiene esperanza en el ser humano? ¿Es optimista?
Quiero pensar que con esta coyuntura de la crisis surgirán algunas mejoras necesarias porque de todas estas crisis salen aspectos positivos pero se pagan precios tan altos y los sufrimientos son tan grandes a veces que uno vacila si verdaderamente merecía la pena o no. ¿Mereció la pena la Segunda Guerra Mundial aunque luego se sacaran conclusiones buenas de ella?
Como sabe nuestra revista se llama Anoche Tuve Un Sueño. Cuéntenos, ¿con qué sueña Fernando Savater?
Con los años los sueños están más curiosamente apegados al momento, los sueños más entendidos hacia el futuro son más propios de la juventud. Yo con lo que sueño ahora es con que este país de alguna manera salga sin deshacerse o desunirse de esta crisis, que de alguna forma las promesas comunes o el buen rollo que hubo al final de la dictadura con el principio de la transición democrática se recupere y arreglar los mecanismos económicos y sociales que se han roto y que han hecho sufrir a tanta gente. Con este sueño tan ambicioso yo creo que me conformo.
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